Sátira – Que es, tipos, características y ejemplos

Que es sátira
Que es sátira

Desde tiempos remotos, la sátira ha sido una de las mayores armas contra las grandes figuras del poder y las injusticias en la sociedad, aligerando la crudeza de la crítica, con el entretenido toque del humor.

Así, desde el albor de su creación y a raíz de las consecuencias que suele ocasionar tras abordar temas delicados o de interés público de manera jocosa, este subgénero literario se ha adaptado a distintos formatos para expresar, día a día, las disconformidades de algunos autores.

En este sentido, vamos a definir lo que es realmente la sátira, cuáles son sus características, sus tipos, autores más famosos y, además, te explicaremos algunos ejemplos para aprender cómo hacerla correctamente.

✍ ¿Qué es una sátira?

En términos generales, se puede definir el significado de la sátira como un recurso literario destinado a rechazar algún suceso de la vida real, o las acciones de una persona a través del humor y la burla.

De tal manera que el autor tiene la completa libertad de manifestar su opinión valiéndose de elementos como el sarcasmo, las comparaciones, parodias, exageraciones e ironías, para ridiculizar a los personajes o acontecimientos objeto de su molestia.

Se trata de un subgénero de la literatura, tan versátil, que se puede recurrir a la prosa y al verso para enunciar las denuncias del escritor, de hecho, en ciertas ocasiones es posible mezclar ambas formas de expresión (sátira menipea).

Una vez clara su definición, es importante acotar que sus objetivos varían entre sacar a la luz un hecho, dejar un mensaje moral, establecer una denuncia pública o simplemente hacer una crítica.

Ciertamente, el significado de la palabra “sátira” proviene del latín “satura”, es decir, “un plato saturado de frutas”, lo cual funciona como una metáfora para hacer alusión a la amplia variedad y la gran versatilidad de la que dispone esta forma de expresión literaria.

➤ Diferencia entre sátira y parodia

La sátira se diferencia de la parodia porque la primera tiene un sentido mucho más crítico, atacando los problemas de la sociedad por medio de la burla y la ridiculización.

En cambio, la parodia toma ejemplos basados en otras obras literarias, con la intención de entretener al público mediante la comedia. A continuación, vamos hacer una breve lista de las diferencias que existen entre cada uno:

Sátira

  • Aborda temas complicados donde se presentan situaciones devastadoras, sin embargo, para que sea más fácil de asimilar, se incluye la comedia.
  • La sátira requiere cierto grado de objetividad o desapego personal, para poder aceptar el humor en situaciones delicadas.
  • Son ideas propias del autor, es decir, surgen de su ira e inconformidad ante temas de interés colectivo.
  • La sátira intenta influir en un cambio social, político, o simplemente sacar a la luz algún hecho específico.

Parodia

  • Su único objetivo es entretener por medio de la burla, por ello, no intenta promover ninguna clase de cambio en la sociedad.
  • Se construye en base a la imitación de otros conceptos, personajes, canciones, situaciones u obras.

En resumen, la sátira muestra un tema serio abordado desde la comedia, mientras que la parodia solo realiza imitaciones burlescas para divertir.

✍ Origen de la sátira

La cuna de la sátira tuvo lugar en la Antigua Grecia, en donde, como era de esperarse, le debe su origen a la mitología, específicamente a los relatos de Yambe con la Diosa Deméter.

Yambe era conocida en algunas versiones por ser la deidad tanto del humor, como de la poesía, mientras en otras historias simplemente era la esclava del rey de la ciudad griega de Eleusis, Céleo.

En todo caso, ella acostumbraba a realizar bromas pasadas de tono, a las cuales recurrió para animar a Deméter cuando su hija, Perséfone, estaba desaparecida.

De allí que los poetas y dramaturgos comenzaran a realizar las llamadas “poesías yámbicas”, es decir, versos de contenido humorístico, crítico e irónico al mismo tiempo.

A estos “yambos” se les continúo adaptando burlas que, posteriormente, terminaban convirtiéndose en escarnios, y así se siguieron desarrollando hasta la época de la Edad Media, cuando se le empezó a dar más fuerza a elementos como el sarcasmo o las exageraciones.

✍ Características de la sátira

La sátira es un recurso literario que destaca por atacar indirectamente un problema valiéndose de cualquier defecto, error, abuso o injusticia, para poder exhibir la molesta realidad presenciada por el autor, quien se debe a las siguientes características a la hora de manifestar su crítica jocosa:

  • Humor burlesco: la sátira cuenta con la particularidad de tomar aspectos negativos para ridiculizar una situación, persona o personaje, lo cual se consigue mediante exageraciones, comparaciones extremistas, parodias, ironías, sarcasmos, dobles sentidos, caricaturas, etc.
  • Develan temas delicados: por ejemplo, exponer corruptos, abusos de poder, errores catastróficos que afecten a la sociedad, entre otras injusticias.
  • Parten de la ira o molestia del autor: su tema central suele apuntar a formular una denuncia, una crítica, la exposición de un evento injusto o sencillamente llamar al público a la reflexión.
  • Surgen de referencias reales: la sátira siempre tiene como punto de partida algún hecho de interés colectivo, la figura de una persona conocida o de un personaje famoso.

✍ Tipos de sátira que existen

A pesar que la sátira proviene de la Antigua Grecia, fue en Roma donde la comenzaron a considerar como un género literario, y se definieron sus primeras clasificaciones.

De hecho, los dos tipos de sátira romana que se conocían anteriormente, también se subdividen por los estilos de los autores populares de entonces. Observemos cómo se distinguían:

➤ Sátira en verso

Obviamente se trata de un tipo de sátira escrita en versos, y pretende resaltar situaciones relacionadas directamente con el día a día de nuestra sociedad. Aun así, las más conocidas dentro de esta clasificación son:

  • Sátira horaciana: recurre a la comedia de una forma bastante sutil y poco agresiva, para dejar en evidencia algún hecho concurrente en la vida de las personas, e impulsando un cambio moral con un toque de entretenimiento.
  • Sátira juvenaliana: pone de manifiesto toda la ira del autor en cuanto algún problema de la sociedad, pero mezclando su indignación, molestia e inconformidad, con un humor característicamente fuerte y osado.

Además, se identifica por atacar personas con cargos de poder, mediante burlas planteadas desde una perspectiva más intelectual, tal como ocurre actualmente con la sátira política.

➤ Sátira menipea

En la sátira menipea podemos encontrar dos formas de escritura, pues permite la combinación de la prosa y el verso.

Por otra parte, este tipo de sátira también afronta creencias o ideologías, a veces, con la sutileza horaciana y, en ocasiones, con el amargo humor juvenaliano.

Ahora bien, si a las menipeas nos referimos, éstas incluso influenciaron el desarrollo de las novelas europeas, por tanto, los romanos consideran que hoy en día la sátira es, indudablemente, una forma de expresión literaria.

➤ Los tipos de sátira más recientes

Desde los yambos griegos hasta las fuertes burlas políticas romanas, se puede evidenciar cómo la sátira pasó de ser casi un poema, hasta transformarse en una crítica filosófica, no obstante, con el transcurso de los años continuaron surgiendo otros tipos de este subgénero literario, por ejemplo:

  • Sátira formal: se realiza en primera persona y se plantea de una manera absolutamente directa, es decir, haciendo gala de las burlas y el porqué de las mismas, con total claridad.
  • Sátira informal: generalmente se relaciona con el género dramático, realizando comentarios y acciones satíricas mediante la presentación de actores interpretando distintos personajes.

✍ Autores y sátiras destacadas

Tomando en cuenta el lugar de origen de la sátira (Antigua Grecia), y el sitio donde se terminó de potenciar su desarrollo (Roma), podemos organizar una pequeña lista con los autores más destacados en su momento y, por supuesto, algunas de sus obras más conocidas:

➤ Semónides de Amorgos: fue un poeta dedicado a los yambos entre el siglo VII y VI antes de la época cristiana. A este autor proveniente de la isla griega de Samos y hospedado en Amorgos durante gran parte de su vida, se le considera como uno de los precursores de la poesía yámbica.

Su obra más reconocida entre los dos libros de yambos que escribió, fue la sátira de “El yambo de las mujeres”, una obra totalmente misógina, en la cual atacaba, entre burlas, a quienes a su juicio eran “malas mujeres”.

➤ Arquíloco de Paros: otro poeta griego de la misma época de Semónides, es decir, entre el VII y VI antes de Cristo. Arquíloco, también es conocido como precursor de la sátira en la Antigua Grecia.

Los yambos de este poeta eran extremadamente polémicos y terminaban por traerle enemigos, sin embargo, no hay pruebas concretas de la autoría de sus presuntas obras, salvo algunas composiciones bastante ofensivas registradas en el “Papiro de la Colonia”, donde ataca directamente a su ex prometida, la hermana de ella y el padre de las damas, tras hacerlo a un lado para planificar la boda con un “mejor partido”.

Según la leyenda acerca de aquel acontecimiento, los versos de Arquíloco llevaron a estas tres personas a quitarse la vida.

➤ Aristófanes: comediógrafo de origen griego, que vivió entre los siglos V y IV antes de Cristo. Era muy conservador y sus comedias estaban escritas en versos.

Entre sus sátiras más emblemáticas destacan “Las nubes”, en la cual ataca directamente a Sócrates; “Las aves”, escrita contra el imperialismo de Atenas; y “Las ranas”, en cuyos versos ridiculizaba a Eurípides.

➤ Menipo de Gadara: filósofo griego creador del estilo de sátiras que mezclan la prosa y el verso, es decir, aquellas a las cuales denominaron “menipeas” en su honor.

Entre sus principales obras resaltan algunas como “En persona de los dioses”, “Funerarias” o “La supersticiosa celebración epicúrea del día vigésimo del mes”, aunque todas se perdieron con el paso de los años y solo se lograron conservar algunos fragmentos.

➤ Cayo Lucilio: fue un escritor romano que vivió en el siglo II antes de Cristo. A él se le considera el creador de la sátira como género literario.

Lucilio redactó alrededor de 30 libros sobre sátiras orientadas a criticar las corrupciones políticas, los vicios de la humanidad, parodiar pasajes de literatura poco realista o realizar textos autobiográficos satíricos. No obstante, actualmente solo se conservan fragmentos de sus obras.

➤ Marco Terencio Varrón: autor romano del siglo I antes de Cristo. Generalmente confundido con el poeta latino Publio Terencio Varrón.

Además de sus cualidades para escribir, Varrón fue caballero, funcionario, militar y polígrafo. Redactó alrededor de 490 y 600 obras, sin embargo, solamente se tiene fe de 55 títulos de todas ellas, una completa y el resto, únicamente fragmentos.

Sus “Sátiras menipeas en 150 libros” o “Saturarum Menippearum libri CL”, lamentablemente, se encuentran entre sus textos perdidos.

➤ Quinto Horacio Flaco: oriundo de Roma, fue un poeta lírico y, sobre todo, satírico del siglo I antes de Cristo.

Llegó a emplear la lengua latina para realizar sus sátiras en verso, las cuales abarcaban temas orientados a la reflexión de la sociedad en cuanto a la avaricia y estupidez humana.

Sus sátiras se resumen en dos libros donde expresaba sus críticas desde una perspectiva moralizadora y poco agresiva.

➤ Décimo Julio Juvenal: poeta de origen romano y creador del estilo que más tarde denominarían como “sátira juvenaliana”. Vivió entre la época del siglo I y el II después de Cristo.

Elaboró 16 sátiras sin títulos individuales, las cuales se dividen en cinco libros. Todos sus versos están repletos de ira e indignación en contra de aquello que consideraba parte de la disolución social de su tiempo.

Juvenal atacaba bruscamente con sátiras misóginas, homofóbicas y xenofóbicas, además de arremeter, de igual manera, hacia los intelectuales y políticos contemporáneos.

➤ Francisco de Quevedo: poeta de la literatura española. Vivió entre los siglos XVI y XVII después de Cristo. Sus sátiras tenían toques misóginos, pero, a su vez, atacaba a “los amujerados”, médicos y a lo que, a su juicio, era la “España decadente”.

Quevedo es considerado uno de los grandes escritores de su país. Entre sus sátiras más famosas destacan los “Sueños y discursos”, que contienen cinco relatos inspirados en las personas, oficios y costumbres de sus tiempos; la obra satírica de “A una nariz”; y “La vida del buscón”, una novela picaresca.

➤ Miguel de Cervantes: poeta, novelista, soldado, dramaturgo. Cervantes es un gran exponente de la literatura en España. Vivió entre los siglos XVI y XVII.

De hecho, una de sus obras más famosas, “El Quijote”, es una novela satírica que parodia los “libros de caballería”. A esta joya de los textos literarios, se le suman sátiras mundialmente conocidas, como “El viaje del Parnaso” y “El coloquio de los perros”.

➤ Charles Chaplin: actor, guionista, humorista, escritor, productor, director, editor y compositor británico que vivió entre el siglo XIX y el XX.

 Chaplin es, sin duda alguna, el más grande artista del mundo de la gran pantalla en sus días, gracias a su participación en los rodajes del cine mudo, pero su obra satírica más resaltante es la de “El gran dictador”, donde se burla de Adolf Hitler recurriendo al método de la parodia y ridiculiza al movimiento nazi en pleno auge de la Segunda Guerra Mundial.

✍ Ejemplos de sátira

En el apartado anterior mencionamos una lista de autores emblemáticos de la sátira, y a sus obras, por ello, en este punto seguiremos señalando otros ejemplos.

El español, Francisco Gómez de Quevedo, hizo una sátira muy famosa llamada “A una nariz”, dedicada a su rival Góngora, otro gran intelectual de su época. El texto reza lo siguiente:

Érase un hombre a una nariz pegado,

érase una nariz superlativa,

érase una nariz sayón y escriba,

érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,

una alquitara pensativa,

elefante boca arriba,

era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,

pirámide de Egipto,

las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,

muchísimo nariz,

nariz tan fiera que en la cara de Anas fuera delito”.

Otro ejemplo de sátira es el de Miguel de Cervantes en su obra “El Coloquio de los Perros”, publicada en 1613, cuya critica estaba dirigida a la sociedad de la época y los niveles de hipocresía detrás de los supuestos actos morales. Entre los personajes principales se encuentran dos caninos, uno llamado Berganza y el otro, Cipión, los cuales relatan las experiencias que han tenido con sus dueños. A continuación, compartimos el siguiente fragmento:

Berganza: “paso adelante, y digo que determiné dejar aquel oficio, aunque parecía tan bueno, y escoger otro donde por hacerle bien, ya que no fuese remunerado, no fuese castigado. Volvíme a Sevilla, y entré a servir a un mercader muy rico”.

Cipión: ¿qué modo tenías para entrar con amo? Porque, según lo que se usa, con gran dificultad el día de hoy halla un hombre de bien señor a quien servir. Muy diferentes son los señores de la tierra del Señor del cielo: aquéllos, para recibir un criado, primero le espulgan el linaje, examinan la habilidad, le marcan la apostura, y aun quieren saber los vestidos que tiene; pero, para entrar a servir a Dios, el más pobre es más rico; el más humilde, de mejor linaje; y, con sólo que se disponga con limpieza de corazón a querer servirle, luego le manda poner en el libro de sus gajes, señalándoselos tan aventajados que, de muchos y de grandes, apenas pueden caber en su deseo.

Berganza: todo eso es predicar, Cipión amigo.

Cipión: así me lo parece a mí; y así, callo.

✍ ¿Cómo escribir una sátira?

A la hora de escribir una sátira, se debe tener en cuenta el tema y colocar el objetivo principal que se busca resaltar.

Para hacer atractiva la lectura se pueden incluir dos puntos de vista diferentes entre el narrador y el autor, con la intención de satirizar ambos conceptos.

De hecho, una estrategia que se utiliza en este subgénero es la exageración, a fin de llamar la atención del público y, al mismo tiempo, resaltar los puntos más destacados, dándole un toque totalmente dramático.

Sin embargo, no hay que sobrepasarse con comentarios que se salgan del límite, pues esto podría generar rechazo del público al sentirse incomodo u ofendido con las expresiones escritas.

En otras palabras, en la sátira, lo normal se convierte en anormal, es decir, se trata de mostrar lo absurdo señalando las incongruencias del asunto con mucha ironía.

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