Monólogo sobre las redes sociales: Desconectados en un mundo conectado

Monologo sobre las redes sociales
Monologo sobre las redes sociales

¡Atención, adictos a las redes sociales! ¿Están listos para reírse de sí mismos y de este universo paralelo en el que nos sumergimos a diario? ¡Tenemos un monólogo que no pueden perderse! “Desconectados en un mundo conectado” es una sátira humorística que pone el dedo en la llaga de nuestras absurdas conductas en Instagram, Twitter, Facebook y Youtube. ¿Se animan a compartir este artículo en sus perfiles y afrontar la realidad con una sonrisa? ¡Vamos, que les garantizamos emojis de carcajadas en los comentarios!

Titulo: Desconectados en un mundo conectado

Autor: www.obrasdeteatrocortas.org

✅ Obra de 1 personaje, monólogo

 Desconectados en un mundo conectado: Monologo sobre las redes sociales

Instagram

Empezaré por hablar de Instagram, ese paraíso virtual en el que la comida se convierte en una obra de arte. ¿Han notado cómo ahora todos somos chefs de alta cocina? Una simple tostada con aguacate se transforma en un plato digno de la realeza. ¿Y qué me dicen de esas recetas saludables que aparecen en nuestro feed? ¡Parece que la creatividad no tiene límites cuando se trata de mezclar espinacas, kale y semillas de chía en un batido!

En Instagram, también podemos observar cómo todos nos hemos convertido en modelos de pasarela en ciernes. ¡Las redes sociales nos han otorgado el don de posar! ¿No es curioso cómo todos hemos perfeccionado el arte del selfie y las poses estratégicas para lucir espectaculares en cada foto? Pero lo más gracioso de todo es cómo dedicamos más tiempo a esconder nuestros “defectitos” que a disfrutar del momento y capturar una imagen natural. Nos obsesionamos con encontrar el ángulo adecuado para disimular esa nariz prominente, la barbilla doble o esa barriguita que nos delata. Al final, las fotos se convierten en una competencia para ver quién logra la apariencia más perfecta e irreal en lugar de reflejar nuestra auténtica esencia.

Y, por supuesto, no podemos dejar de mencionar a los “influencers”, esos seres iluminados que nos enseñan cómo debemos vivir nuestras vidas. ¿No les resulta gracioso cómo nos dicen qué comer, qué ponernos y cómo ejercitarnos solo porque tienen miles de seguidores? Es como si de repente, por el simple hecho de ser populares en una red social, se convirtieran en gurús del bienestar y la felicidad. ¡Qué tiempos aquellos en los que solo seguíamos los consejos de nuestras madres y abuelas!

Facebook

Pasemos ahora a Facebook, ese lugar donde nuestros tíos y abuelos se creen expertos en política y filosofía. Pero no solo eso, también podemos encontrar situaciones realmente cómicas y absurdas.

Por ejemplo, ¿se han dado cuenta de cómo nuestras madres y tías han desarrollado un talento especial para etiquetarnos en las fotos más vergonzosas de nuestra infancia? ¡No hay escapatoria! Ahí estamos nosotros, con pañales y un trozo de pastel en la cara, exhibidos para que todos nuestros amigos lo vean.

(ACOTACIÓN: Preguntar al público) ¿A quién le ha pasado que su mamá o tía los ha etiquetado en una foto comprometedora en Facebook?

Otra situación típica de Facebook es la del “detective de cumpleaños”. ¡Sí, esa persona que nunca interactúa contigo pero que, de repente, el día de tu cumpleaños, aparece para dejarte un mensaje de felicitación! ¿No es gracioso cómo nos volvemos todos tan amigables cuando Facebook nos recuerda que es el cumpleaños de alguien?

(ACOTACIÓN: Preguntar al público) ¿Cuántos de ustedes han recibido felicitaciones de cumpleaños de personas con las que nunca hablan en Facebook?

Por último, hablemos de los “compartidores compulsivos”. Aquellos amigos que se dedican a inundar nuestro muro con videos de gatos, memes, noticias falsas y, por supuesto, las famosas cadenas que prometen amor, dinero o buena suerte si las compartimos. ¿Acaso no es curioso cómo caemos en la trampa de creer que, compartiendo una imagen, cambiaremos nuestra vida de la noche a la mañana?

(ACOTACIÓN: Preguntar al público) ¿Alguno de ustedes conoce a alguien que comparta compulsivamente en Facebook? ¿Han caído alguna vez en la tentación de compartir una cadena para obtener buena suerte?

Twitter

Ahora hablemos de Twitter, esa plataforma llena de sabiduría y tolerancia en la que todos nos creemos filósofos contemporáneos y expertos en todo. Hay situaciones en Twitter que realmente nos hacen soltar una carcajada.

Por ejemplo, ¿han notado cómo se desatan guerras por el simple hecho de que alguien no entiende el sarcasmo? En Twitter, donde el sarcasmo y el humor negro abundan, hay quienes se toman todo al pie de la letra y se lanzan al ataque. ¿No es gracioso cómo una simple broma puede desatar la furia de un ejército de tuiteros ofendidos?

Otra situación típica de Twitter son los “hashtag wars”, esas batallas campales en las que los usuarios compiten por ver quién es más ingenioso a la hora de crear un hashtag divertido o irónico. ¿No es sorprendente cómo algunos hashtags cobran vida propia y terminan convirtiéndose en auténticos fenómenos virales?

Por último, hablemos de los “tuits borrados”. Esos mensajes que algunos usuarios, especialmente los famosos, escriben en un momento de ira o imprudencia y que luego desaparecen misteriosamente. Pero, como todos sabemos, en internet nada se borra realmente y siempre hay alguien listo para hacer una captura de pantalla y compartirla con el mundo. ¿Acaso no es gracioso cómo el deseo de borrar un tuit solo consigue llamar aún más la atención sobre él?

(ACOTACIÓN: Preguntar al público) ¿Han sido testigos alguna vez de un tuit borrado que ha causado revuelo en Twitter? ¿Han borrado ustedes algún tuit por arrepentimiento?

Youtube y cierre

Y, para cerrar este recorrido por las redes sociales, hablemos de YouTube, esa enciclopedia virtual en la que aprendemos a hacer de todo, desde reparar un electrodoméstico hasta convertirnos en maestros de la cocina.

En YouTube, todo se reduce a un tutorial. ¿Se les ha roto algo en casa? ¡No se preocupen! Seguro que hay un video explicativo para arreglarlo. Pero, curiosamente, cuando ponemos manos a la obra, siempre nos sobra una parte de lo que desarmamos, y nos quedamos con cara de “¿y esto dónde iba?”.

(ACOTACIÓN: Preguntar al público) ¿A quién le ha pasado que ha seguido un tutorial en YouTube para arreglar algo y al final ha terminado peor de lo que estaba?

Por otro lado, las recetas de cocina en YouTube nos hacen creer que somos dignos de un programa de televisión. Nos animamos a preparar platos dignos de un chef con estrellas Michelin, pero al final, el resultado es más parecido a un meme que a una delicia culinaria.

(ACOTACIÓN: Preguntar al público) ¿Cuántos de ustedes han intentado seguir una receta de YouTube y han terminado con un plato que ni siquiera el perro se atrevería a comer?

En definitiva, las redes sociales nos han convertido en expertos en todo… o al menos eso creemos. Y aunque a veces no salgan las cosas como esperábamos, ¿no es cierto que nos divertimos en el intento y nos regalan momentos inolvidables para reírnos de nosotros mismos?

(ACOTACIÓN: Preguntar al público) ¿Cuál ha sido su experiencia más graciosa o desastrosa siguiendo un tutorial de YouTube?

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