El entremés es un subgénero dramático que se caracteriza por presentar escenas humorísticas, además, en la definición de este tipo de arte, se le describe como una pieza teatral corta.
Pero ¿qué es realmente el entremés? Se trata de una historia narrada entre el primer y segundo acto de otra obra diferente, donde los actores interpretan personajes de zonas populares, como el vendedor de una tienda, el chofer de un transporte público o incluso un vagabundo.
Por supuesto, las breves tramas de este tipo de expresión artística siempre están cargadas de situaciones jocosas que nos hacen reír, además de muchas otras características, las cuales mencionaremos en este post a la par de datos importantes de los entremeses, como su origen, algunos ejemplos y parte de sus autores más representativos.
Indice de contenidos
⭐ ¿Cuál es el origen del entremés?
Para empezar, el origen de la palabra “entremés” corresponde al vocablo francés “entremts”, es decir, que su composición tiene la preposición “entre” y el sustantivo “mets”. El verbo deriva de “mettre” (poner o meter), el cual procede del latín vulgar “missum”.
El entremés teatral inició en España en el siglo XVI, como una forma de entretenimiento, distinguiéndose por su carácter jocoso y burlesco.
Pero, además, la puesta en escena comúnmente se presentaba en medio de otro acto dramatúrgico que tenía una temática más seria.
Por otra parte, en este subgénero se utilizó la prosa dialogada que se caracteriza por ser una escritura sencilla a comparación del verso, donde se recurre a la rima.
En cuanto a la autoría de este estilo de arte dramatúrgico, destaca Lope de Rueda, a quien se le atribuye la creación del entremés, a través de un conjunto de obras llamadas “Pasos”, en las cuales se abordaron temas repletos de sátira e intriga, con personajes como pícaros, estudiantes y gitanos.
⭐ Características del entremés
El teatro entremés se caracteriza por conectar al público con personajes de la clase popular. Generalmente éstos últimos se burlan de aquellos que aparecen en la obra principal, por su comportamiento sofisticado e intachable.
Por otra parte, las historias se centran en sucesos cotidianos de la vida como, por ejemplo, el amor y el engaño. De igual manera, los relatos están basados en otros tipos de situaciones, donde el ser humano experimenta sentimientos de alegría y tristeza.
El entremés va de la mano con el humor y, mediante la comedia, se critican hechos que afectan a la sociedad, especialmente a los más desfavorecidos.
En este sentido, los personajes son creados según las historias, pero entre los perfiles más comunes se encuentran:
- El aguacil: es descrito como una persona con problemas visuales y auditivos. Se aprovecha de su cargo para sobornar a los ciudadanos.
- Alcalde: ejerce la función de autoridad rural.
- El soldado: que sirve al Gobierno, pero es pobre.
- Médico: el encargado de atender a los enfermos.
- El farmacéutico: atiende a las personas en la venta de medicinas.
⭐ Autores más representativos del entremés
El entremés tuvo grandes autores como Félix Lope de Vega, quien a comienzo del siglo XVII publicó la obra “el poeta”. De igual manera, el escritor presentó comedias en las que incluía entremeses anónimos.
Por su parte, el novelista español, Miguel de Cervantes, en 1615 escribió ocho entremeses muy famosos: el juez de los divorcios, el vizcayno fingido, el rufián viudo, el retablo de las maravillas, la cueva de Salamanca, la elección de los alcaldes de Daganço, el viejo celoso y la guarda cuidadosa.
Cervantes fue pieza clave para el avance de este subgénero dramático, ya que con su trabajo logró incluir los bailes cantados, eliminó la improvisación y hubo mayor participación de actores, dedicados a dicha expresión artística.
Adicionalmente, otro grupo de dramaturgos también desarrolló entremés cortos, con la intención de ofrecer algo distinto al público. Entre éstos se encuentran:
- Francisco de Quevedo.
- Luis Quiñones de Benavente.
- Juan Ignacio González del Castillo.
- Alonso de Castillo Solórzano.
- Antonio de Zamora.
- Antonio Hurtado de Mendoza.
- Manuel de León Marchante.
- Luis Vélez de Guevara.
- Francisco de Castro.
- Jerónimo de Cáncer.
- Agustín Moreto.
- Jerónimo de Salas Barbadillo.
⭐ Ejemplo de entremés
En este apartado mencionaremos un ejemplo de entremés corto de Miguel de Cervantes denominado “el juez de los divorcios”, de donde tomamos un fragmento el cual adaptamos a continuación:
-Juez: bienvenida señora, especificad las razones que os motiva a solicitar el divorcio.
-Mariana: mi esposo representa el invierno y yo la primavera, en otras palabras, dejé der ser una mujer alegre y me convertí en su cuidadora, ya que despierto a media noche para atenderlo.
Le coloco paños calientes en la ijada para calmar sus dolores. Luego de eso, preparo jarabes lenitivos, ya que sino se ahoga del pecho.
Lo peor de todo, es el que le hiede la boca.
-Escribano: seguramente es una muela podrida.
-El vejete: no tengo muelas, ni dientes.
-Procurador: bueno, pero si es cierto lo que dice la señora, he escuchado que el matrimonio se puede disolver por el mal olor de la boca, según la ley.
-El vejete: lo del mal aliento es falso, no tengo muelas. Por otra parte, mi estómago se encuentra sano como para provocar ese olor.
Realmente, se trata de su mala intención, pues no la conocen y, de hacerlo, dudarían en ayudarla…
⭐ ¿Cómo escribir o crear un entremés?
En primer lugar, para escribir un entremés se debe elegir el tema con el cual la persona se sienta cómoda, pues aquí el autor tiene que volverse creativo a la hora de construir la historia.
Asimismo, dentro del relato tiene que existir una relación entre el espacio y tiempo, ya que estos elementos son claves para darle contexto a la pieza teatral.
De igual manera, el dramaturgo no se puede olvidar de colocar ese toque cómico o satírico a su obra, mediante los personajes creados.
Por último, el estilo de la escritura se debe hacer en prosa, un tipo de lenguaje sencillo en comparación con el verso, que comúnmente era empleado en muchas obras teatrales de otro estilo.
