Una Navidad sin sentido

Una Navidad sin sentido obra de teatro corta
Una Navidad sin sentido obra de teatro corta

Este guion ha sido escrito por Fabián Choque y es una de las primeras obras de teatro de navidad que publicamos en este sitio.

Si te gusta la obra y la vas a copiar o representar no olvides darle crédito al autor original. La obra trata de un hijo rebelde que en época de navidad abre su corazón a Jesús.

Título: Una Navidad sin sentido
Autor: Fabián Choque

✅ Obra corta de 6 personajes

Personajes:

  • Gloria (La mamá)
  • Felipe (El hermano mayor)
  • Jessica (La hermana mayor)
  • Paola (La hermana menor)
  • La tía Luz
  • Jesús

(La mamá se encuentra limpiando el piso de la casa muy tranquilamente preparando todo para la navidad. En eso, llega Felipe, su hijo con una actitud completamente indiferente ante el trabajo de su mamá en casa)

– Gloria: ¡Hijo acabo de limpiar! ¿¡No pudiste haber esperado a que el piso esté seco!?

– Felipe: ¡Ay, vuélvelo a pasar y listo! ¿¡Qué problema te haces!?

(La mamá lo mira indignación y sigue limpiando) (Felipe se sienta en la silla y se pone a comer una bolsa de papas y sin darse cuenta, comienza a botar restos al suelo)

– Gloria: Felipe.

– Felipe: Dime (Responde sin mirarla y continúa comiendo)

– Gloria: Estás botando al suelo y lo acabo de limpiar (Lo mira muy seria)

– Felipe: ¡Ah, perdón! (Contesta con indiferencia mientras que con su mano mueve un poco lo que cayó al suelo) (La mamá aparece, lo mira y con su escoba, comienza a barrer)

– Gloria: Me gustaría que aunque sea por navidad, me ayudaras un poco en la casa.

– Felipe: (La mira sorprendido) ¿¡Yo!? ¡Ay mamá, ya sabes lo que pienso de “la navidad”!

– Gloria: Desde que falleció tu papá, has cambiado. (Entra la música) Antes te emocionabas cuando llegaba diciembre. Tú solo sacabas los adornos y me despertabas para empezar a decorar la casa y…

– Felipe: ¡Eso fue hace tiempo! (Se pone de pie y se va a su cuarto) (Su mamá lo ve irse mientras pone una cara de tristeza)

(En eso, para la música y llega la menor sus hijas, Paola. Una niña alegre e inquieta. Al ver a su mamá, se acerca a ella)

– Paola: Hola mamá este… (La ve deprimida y se sorprende) ¿Te pasa algo?

– Gloria: (Se limpia un poco las lágrimas) ¡No, nada hija! ¡Este polvo que me entra en los ojos!

– Paola: ¡Ah! Mami ¿Puedo ir a comprar acá a la tienda?

– Gloria: Ya. Pero que te acompañe tu hermana, ¿Ok?

– Paola: ¡Pero yo ya puedo ir sola!

– Gloria: Nada, o vas con tu hermana o no vas.

– Paola: (Se queda pensando unos momentos con una cara de pesar) Ya está bien.

– Gloria: ¡Jessica! ¡Jessica ven, por favor!

(Al rato, aparece una chica, la mayor de sus hijas llamada Jessica. Una joven dulce, tranquila y muy sencilla)

– Jessica: ¿Sí, mamá?

– Gloria: Por favor hija, acompaña a tu hermana a la tienda, ¿Quieres?

– Jessica: Sí, claro (Mira a su hermana) Vamos (Paola camina mientras pone una expresión como si estuviera renegando)

(La mamá se pone a caminar un poco cabizbaja por la sala y en eso, mira hacia arriba)

– Gloria: Señor, ayúdame con mi hijo. Ablándale el corazón para que entienda la importancia de la navidad. Ayúdame por favor (Se queda en silencio con los ojos cerrados por un rato. Luego, la puerta comienza tocar. Abre la puerta y ve a su prima La tía Luz. Una mujer muy entregada a Dios y llena de fe) ¡Hola prima! (La abraza muy fuerte)

– Gloria: No sabes cuánto te extrañé, prima.

– La tía Luz: Yo también (La mira de pies a cabeza) Te veo muy bien (Gloria mira a un costado con el rostro triste) ¡Prima! ¿¡Qué te pasa!? ¿¡Qué tienes!?

– Gloria: ¡Ay, prima! ¡Mi Felipe! (Entra música de fondo)

– La tía Luz: ¿¡Qué le pasa a mi sobrino!?

– Gloria: Ha cambiado tanto desde la muerte de su padre que (Cierra sus ojos como queriendo llorar)

(La tía Luz la toma de los hombros y se los mueve para relajarla)

– La tía Luz: (Se pone frente a ella) Tu hijo es un buen muchacho, lo sé.

– Gloria: Yo también pero (Barre con desgano el suelo) ¡Qué hago, prima!
(Se toman de las manos)

– La tía Luz: No te preocupes, vamos a pedirle al Señor Jesús que le de iluminación en su caminar, ¿Sí?

– Gloria: Sí primita, gracias.

– La tía Luz: Gracias a Dios, que fue su voluntad que nos viéramos ahora (Las dos se abrazan muy fuerte y se quedan así un rato)

(En eso, llegan sus hijas conversando entre ellas cuando ven a su tía y sonríen emocionadas)

– Jessica y Paola: ¡Tía Luz!

– La tía Luz: ¡Hola mis hijitas! (Las tres se abrazan muy fuerte) Cómo están.

– Paola: Bien tía.

– Jessica: Bien.

– La tía Luz: ¡Pero qué grandes están estas chicas! (Las toma de la mano y les da una vuelta) ¡Cómo pasa el tiempo!

– Gloria: Sí, ya están bien grandes (Responde con la mirada cabizbaja y triste) (Jessica se da cuenta de la expresión de su mamá)

– Jessica: ¿Te pasa algo, mamá? (Las dos se acercan a ella y la abrazan mientras que la tía La tía Luz las mira con pena) (Gloria y la tía Luz se miran fijamente).

– Gloria: Hijas, tenemos que hablar.

(Las dos la miran con total extrañeza)

– Paola: ¿Qué pasa, mamá?

– Gloria: Ustedes saben los problemas por lo que está pasando su hermano, ¿Verdad?

– Jessica: Sí, ¡Es un “tumba la fiesta”!

– Gloria: ¡Jessica!

– Jessica: ¡Ya está bien, está bien! Sorry.

– Gloria: Bueno, su tía me ha sugerido que oremos por él ahora, ¿Qué dicen? ¿Nos acompañan?

(Las dos se miran y hacen un gesto como que no tienen problema en hacer lo que le piden)

– Jessica y Paola: Sí, no hay problema.

– La tía Luz: Bueno entonces, tomémonos todos de las manos y cerremos nuestros ojos.

(Se toman de las manos y cierran sus ojos. Entra una música de oración y se quedan en silencio un momento y la tía Luz toma la palabra)

– La tía Luz: Señor Jesús, estamos aquí para pedirte por el hijo de mi prima Gloria, mi sobrino Felipe quién se ha olvidado de ti y de cuánto lo amas (Continúan orando ahora en silencio cuando en eso. La música comienza a sonar y Jesús vestido con su túnica blanca aparece y pasa por detrás de cada una de ellas) (Jesús toca sus hombros mientras pasa y ellas se arrodillan)

(La tía Luz saca una caja y la pone en medio)

– La tía Luz: Te entregamos Señor a tu hijo Felipe para que sanes sus heridas y le devuelvas esa alegría que alguna vez perdió (Jesús toma la caja, se pone de rodillas, la levanta como entregándosela al Padre. Luego pone la caja de nuevo en su sitio; se va con luz y toma sus hombros) El Señor me dice que ya les entregó nuestras oraciones al Padre y él hará ahora el milagro (Se ponen de pie y se abrazan muy emotivamente)

– Gloria: Bueno (Mira a sus hijas y las abraza) qué les parece, si le mostramos la casa a su tía Luz.

– Jessica y Paola: ¡Sí, sí sí!

– Gloria: Pues entonces, adelante.

(Las cuatro se van mientras que la menor le habla a su tía. Luego de un rato, llega Felipe algo pensativo y meditabundo. Con la mano en el pecho y se queda parado)

– Felipe: Qué raro. Sentía arder mi corazón mientras estaba en mi cuarto (Suspira y se queda pensativo) Pero me hizo dar cuenta ha sido egoísta y un mal hijo y un mal ejemplo para mis hermanas, sobre todo me he portado mal con Dios quien solo me ha dado amor en todo este tiempo y yo le he pagado con mi desobediencia y mis insultos (Se arrodilla y mira hacia arriba. Entra una canción triste) ¡Perdóname Dios mío! ¡Perdóname por todo el mal que te he causado a toda mi familia!

(En eso, llegan su mamá, sus hijas y la tía Luz. Para la música. Sorprendida, la mamá va lentamente hacia él)

– Gloria: ¡Felipe! (Lo sigue mirando con cara de sorpresa) ¿Te pasa algo?

– Felipe: Este… mamá (Se pone de pie y muestra una cara de apenado) (Todos se quedan en silencio por uno segundos mientras que sus miradas apuntan a Felipe) Quiero pedirte perdón por lo que te dije y… (La mamá sonríe muy conmovida) quisiera ayudarte para esta navidad (Entra de nuevo la música).

(Gloria se emociona y pone las manos en su boca. Luego se acerca a Felipe y lo abraza)

– Gloria: ¡Gracias a Dios que abriste tu corazón a tiempo!

– Felipe: Sí. Me encontraba en mi cuarto cuando en eso, sentí algo en mi corazón que me hizo pensar y reflexionar. Además, sé que a mi papá no le gustaría que estemos así en navidad.

– La tía Luz: El poder de Dios ha actuado en ti, hijo.

(Felipe ve a su tía y acercándose a ella, la abraza muy fuerte)

– Felipe: Gracias tía.

– La tía Luz: Gracias a Dios. Y a partir de ahora (Todos se toman de las manos) el amor de Dios reinará en esta casa y el centro de esta navidad desde este momento será, el Señor Jesús ¿Amén?

– Todos: ¡¡¡Amén!!!

– La tía Luz: ¿¡Gloria a Dios!?

– Todos: ¡¡¡Aleluya!!!

– La tía Luz: ¡¡¡Aleluya!!!

– Todos: ¡¡¡Gloria a Dios!!!

(Se acercan al público y agachando la cabeza, se retiran)

FIN

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