Pacto Mortal

Pacto mortal - Obra de teatro corta de terror
Pacto mortal – Obra de teatro corta de terror

Este guion ha sido escrito por Fabián Choque y Zulma Arellano Rojas, es la primera obra de teatro de terror que se publica en el sitio y les agradecemos mucho a los dos que la hayan compartido con nosotros.

Si te gusta la obra y la vas a representar por favor recuerda tomar fotos o video y enviárnoslo para que lo pongamos en nuestra página de facebook y todos lo puedan ver, nos haría muy felices. Si quieres enviar tu obra puedes hacerlo desde nuestra sección Envía tu obra.

Título: Pacto Mortal
Autores: Fabián Choque y Zulma Arellano Rojas

Obra de 2 personajes

Personajes:

  • Ernesto Mendieta
  • La Muerte

Escena I 

(Entra Ernesto a su sala algo preocupado y con un papel en las manos. Se sienta y ve)

– Ernesto: ¡No puede ser! ¡Me moriré en seis meses! ¡Tengo los días contados! (Se encuentra con una expresión de angustia y desesperación) Necesito vivir más, tengo tanto dinero que seis meses es un tiempo muy corto para gastarlo (Se pone de pie y camina de una lado a otro; tira un vaso al suelo de la desesperación y se coge la cabeza) Yo no voy a morir, no, yo tengo muchas cosas que hacer en ese mundo (Se sienta en el sofá y pone una mirada de loco. Luego, mira al público y dice) Daría hasta mi alma con tal de vivir un poco más, ¡¡¡Hasta mi alma!!!

(En eso, un cierto escalofrío comienza a sentirse en la casa y detrás de él, aparece una figura algo extraña; con un hábito negro parecido al de un monje, con una capucha encima de la cabeza que le impedía ver su rostro y en la mano derecha, lleva un pergamino enrollado, es la muerte quién al escuchar su ruego, no dudó en hacer acto de presencia y con una voz tétrica, lo llama)

– La Muerte: ¡Ernesto Mendieta! (Él joven voltea rápidamente y asustado, se aleja de él)

– Ernesto: ¿¡Pero, quién eres tú!?

– La Muerte: Soy la muerte, y he venido a concederte lo que me pides.

– Ernesto: ¿¡De verdad!?

– La Muerte: Por supuesto (Le muestra el pergamino) Solamente tienes que firmar este contrato, y vivirás más que solo seis meses.

– Ernesto: ¿No me estás engañando?

– La Muerte: La Muerte jamás engaña; cuando ella dice que llegó la hora de morir, la hora de morir llega (Ernesto lo mira algo preocupado y muy lentamente, comienza a estirar
su mano con algo de duda hasta que finalmente, lo toma. Comienza a leerlo y al estar de acuerdo con las condiciones, firma).

– Ernesto: Aquí tienes, Muerte.

– La Muerte: Entonces, el trato está hecho. Permiso, me retiro (Va caminando de espaldas y mientras lo hace, le sigue hablando) Nos veremos… Ernesto Mendieta

(La Muerte desaparece y Ernesto se pone a pensar en lo que hizo y si fue correcto pero también comprendía que ya no podía dar marcha atrás, ya el pacto, estaba hecho)

Escena II

(Ernesto llega a su casa totalmente ebrio. En eso, se cae al suelo y comienza a reírse)

– Ernesto: Jajaja… ¡Ya ni puedo quedarme de pie! ¡Esto es el colmo! Jajaja…

(Mientras se carcajeaba, nuevamente una figura de negro apareció ante él, era otra vez la muerte quién vino a darle un aviso)

– La Muerte: ¡Ernesto Mendieta! (Ernesto lo mira pero debido al estado en el que se encuentra, no lo reconoce).

– Ernesto: ¿¡Pero quién eres tú!? (Lo señala con el dedo y sonríe burlonamente) Ah ya sé quién eres, tú eres “Chicho” mi primo ¿Pero qué haces con eso encima? ¿Vas a actuar en
algún teatro o qué? (La Muerte extiende su mano y le quita la embriaguez) ¿¡Pero, qué pasó!?

– La Muerte: Llegó la hora de llevarme tu alma al abismo.

– Ernesto: ¿¡Qué!? ¡Pero si solo han pasado seis meses, nada más!

– La Muerte: Permíteme corregirte. Han pasado seis meses y un día (Ernesto lo mira sorprendido con lo que dijo)

– Ernesto: ¿¡Seis meses y un día!? ¡Pero eso no es justo! ¡Me engañaste!

– La Muerte: Yo no te engañé (Se va acercando a él) El contrato que firmaste decía que vivirías más de los seis meses, viviste seis meses y un día, trato cumplido.

– Ernesto: ¿¡Solo por un día más!? (Retrocede un poco) ¡Esto no puede ser!

– La Muerte: Y llegó el momento que tú cumplas con el tuyo, nos vamos inmediatamente.

– Ernesto: (Comienza a desesperarse y se arrodilla ante La Muerte) ¡Por favor, piedad! ¡Piedad!

(La Muerte levanta extiende su mano derecha y Ernesto, de la desesperación,
comienza a correr pero a unos pasos, algo lo deja inmóvil, como petrificado) No me hagas esto, por favor dame unos meses más, por el amor de Dios (La Muerte se acerca a él y tocándolo en la cabeza, lo tira al suelo)

– La Muerte: ¡Ernesto Mendieta, levántate! (Ernesto se levanta y sorprendido, se revisa todo el cuerpo tocándoselo pero no encuentra nada anormal)

– Ernesto: ¿¡Qué me hiciste!? (Con su dedo, La Muerte le señala el piso. Ernesto, asustado, voltea muy lentamente y ve su cuerpo que aún está tirado) ¡No, no! ¡No puede ser! ¡Esto es… imposible!

– La Muerte: Llegó la hora (Saca de su manga una cadena y con ella, comienza a atarle los pies. Luego, lo empuja y lo arrastra hasta llevarlo al abismo) Estarás toda la eternidad a mi lado yo seré tu única compañera en tu soledad (Se abre como una especie de portal y comienzan a oírse gritos de dolor y lamento)

– Ernesto: ¡¡¡Noooooooo….!!!

Fin

76 Responses

  1. De fácil lectura y veloz.
    Me quedé (al principio, al menos) con un desenlace más potente, pero ese juego de tiempos fue lo que me dijo “de acuerdo, este es el punto cumbre de la obra”. Muy bueno.

  2. esta muy buena la verdad, aunque de pronto se espera como algo mas de conflicto al momento de llevárselo pero esta calidad.

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