El fuego y los animales es una leyenda mexicana que inculca valores muy positivos, por lo que es recomendable para los más pequeños de la casa, ya que a través de su lectura podrán comprender la importancia que tiene el compartir y el ser generoso con los demás.
Esta historia, además de dejar un buen mensaje, nos explica también la forma en la que se originaron las manchas del jaguar.
👫 Personajes:
- El jaguar.
- El señor sol.
- El zorro.
- La lechuza.
- La Vizcaya.
Leyenda El fuego y los animales
Esta leyenda nos cuenta que, hace muchos años atrás, los animales se alimentaban únicamente de comida cruda, ya que no contaban con fuego para poder calentarla.
Pero un día, como cualquier otro, un jaguar se encontraba descansando en una montaña, teniendo como compañía al señor sol, quien lo observaba con mucha atención, este al ver al jaguar y a los demás animales sufrir por tener que comer comida cruda, decidió hacer un trato con el felino.
El jaguar emocionado, le pregunta al sol si le daría algo que comer, y este le responde que le proporcionaría fuego, pero que debía compartirlo con los demás animales.
El felino le agradeció por su buen gesto, y se fue corriendo con su antorcha encendida, sin embargo, no cumplió el trato, ya que no compartió el fuego con los otros animales. Más temprano que tarde, estos se enteraron de la valiosa posesión que tenía el jaguar, y no dudaron ni un segundo en ir a pedirle un poco.
La lechuza fue la primera en acercarse para pedirle fuego, pero el jaguar se negó rotundamente, luego mandaron a la Vizcaya, a quien tampoco le quiso dar. Por último, se dirigió un zorro bastante astuto, que gracias a su cualidad, pudo lograr engañarlo y le robo un poco de fuego.
Ante esto, el jaguar salió corriendo persiguiendo al animal, pero en su recorrido, tropezó con una piedra y se manchó el cuerpo. Siendo este el origen de las manchas de los jaguares, ya que se dice que antes estos felinos eran de un solo color.
Luego de lo acontecido, el jaguar no solamente quedó con manchas, sino también solo y arrepentido de no haber compartido el fuego con los demás. Mientras que por su parte, el resto de los animales vivieron felices para siempre, gozando del preciado fuego.