Esta leyenda Mexicana es una de las más conocidas en Yucatán, su origen es Maya y deja un bonito mensaje de que los perjuicios que podamos tener sobre otros son solo eso: perjuicios. La leyenda de Xtabay es una de las que más atemorizan a las personas, sobre todo a los hombres.
Se dice que cuando los hombres están en un lugar solo o apartado, podrán ver a una mujer cerca del árbol de la ceiba. Normalmente este espíritu femenino atrae a los hombres malos, especialmente a aquellos que caminan ebrios por sitios solitarios. Estos, al quedar fascinados por la belleza de la mujer, se acercan y es allí cuando ella muestra su verdadera forma.
Se dice que los hombres que la ven, caen enfermos a los días e incluso pueden llegar a morir.
👫 Personajes:
- Xtabay (Xkeban)
- Utz-colel
La leyenda de Xtabay
Cuenta la leyenda que en un pueblo de Yucatán vivían dos mujeres hermanas. Una de ellas se llamaba Xtabay y la otra se llamaba Utz-colel.
A pesar de que eran hermanas, eran muy distintas entre sí. Xtabay, era una mujer de hermoso rostro y bonito cuerpo. Los pueblerinos la llamaban Xkeban, que significa prostituta o mujer mala, pecadora. La llamaban así porque ella era muy liberal y se le llegaron a conocer varios romances con algunos hombres.
Sin embargo, el corazón de Xtabay era muy noble. Cada vez que podía ayudaba a los enfermos, a los pobres y animales abandonados. A veces viajaba a pueblos cercanos a ayudar a los más desdichados y en varias oportunidades se despojaba a sí misma de las joyas y prendas que le regalaban sus enamorados, para dárselas a los necesitados.
Por otro lado, Utz-colel era conocida por todo el pueblo como una mujer honrada, seria y honesta, a la cual no se le conocía ningún tipo de pecado amoroso, ni desliz.
Sin embargo, realmente ella era una persona con un corazón muy frio. No ayudaba a nadie, le daban asco los enfermos y sentía desprecio por los pobres y animales en abandono.
Un buen día, Xtabay no aparecía por el pueblo, las personas comenzaron a decir que seguramente estaba por ahí con algunos hombres, ofreciendo su cuerpo. Sin embargo, al transcurrir los días todo el pueblo quedó impregnado de un exquisito aroma, nadie entendía de dónde provenía, hasta que se dieron cuenta que venía de la casa de Xtabay.
Al entrar, encontraron el cuerpo de Xtabay sin vida. Utz-colel, impresionada con lo que veía y olía, decía que era imposible que del cuerpo de Xtabay se desprendiera tal exquisito aroma. Y afirmó, que el día que ella muriera, el aroma que desprendería sería mucho más delicioso; ya que el olor de su hermana era provocado por demonios que querían seguir atrapando hombres.
Por compromiso, los lugareños la enterraron. Al día siguiente, la tumba estaba llena de flores aromáticas y sumamente hermosas. Una de ellas es la flor que hoy en día se conoce con el nombre de Xtabentún. Nadie sabía la razón de esto.
De esta forma trascurrieron los días y los meses, hasta que poco después Utz-colel también murió. Ese día acudieron todos los lugareños a acompañarla en su último adiós. Sin embargo, el olor desprendido de su cuerpo inerte era nauseabundo.
Los pueblerinos la enterraron y llenaron de flores su tumba. Al día siguiente, dichas flores se encontraban marchitas y en su lugar, floreció la llamada Tzacam. Se trata de un cactus lleno de espinas, el cual a pesar de que brota una flor, esta no desprende ningún olor.
Aún así después de muerta Utz-colel sintió envidia por su hermana y creyó que su tumba se llenaba de ese agradable olor y hermosas flores, gracias a la vida libertina que llevó. Todo esto, sin darse cuenta que realmente había sido por la nobleza de su interior.
Con una gran rabia Utz-colel invocó a algunos demonios para que la ayudaran a volver a la vida cada vez que quisiese, con la forma de Xtabay y la finalidad de “copiar” las actitudes apasionadas de su hermana. Esto la llevó a llevar una vida de pasión desmedida y desenfrenada. Sin embargo, sin ningún tipo de bondad o caridad hacia el prójimo.
Se dice que hoy en día es común que algunos hombres vean al espíritu de Utz-colel (con la apariencia de Xtabay ) cerca de un árbol de Ceiba, peinando su cabellera con una parte de un Tzacam. Los atrae y una vez los seduce, acaba con sus vidas.