Esta es una hermosa obra de teatro infantil que nos envió por email una de nuestras seguidoras en Twitter (aprovecho para invitarte a que nos sigas). Su autora, Carolina, nos relata en su guión como papá y mamá les cuentan a sus hijos una bonita historia para ayudarlos a ir a la cama a dormir. Espero que disfrutes el texto tanto como nosotros.
Título de la obra: El tren de los sueños (más allá del arcoíris).
Autora: Carolina Sánchez Molero exclusivamente para Obrasdeteatrocortas.org
Si vas a utilizar este texto, tienes que citar a la autora como crédito y a nuestro sitio como fuente.
El tren de los sueños (más allá del arcoíris)
Personajes:
- Mamá
- Papá
- Juan (hermano pequeño)
- Pablo (hermano mayor)
- Revisor del tren
ACTO 1
Es de noche. En el salón de la casa (en el que hay una ventana), papá y mamá, leen cada uno un libro, con la luz de una lámpara. Mientras, en la alfombra, los dos hermanos, Juan (el más pequeño) y Pablo (el hermano mayor), juegan con varios coches de juguete.
(Papá levanta la vista del libro)
– PAPÁ: Ya es hora de irse a la cama. Vamos chicos.
(Pablo y Juan hacen ruidos de queja).
(Mamá se levanta y coge a Juan de la mano para ponerlo de pie).
– MAMÁ: Venga… Que mañana hay cole y vais a estar muy cansados.
– PAPÁ: Además, vamos a perder el tren.
(Se oye una campana fuera de casa).
(Pablo corre emocionado a la ventana).
– PABLO: ¿Qué tren, papá? Dime… ¿Qué tren?
(Papá y mamá se miran).
– MAMÁ: El tren de los sueños, claro. El tren que nos lleva cada noche al país de los sueños.
(Juan ríe con ganas. Mientras repite)
– JUAN: El tren de los sueños…
– PAPÁ: Si nos vamos ya al dormitorio, puede que aún estemos a tiempo de cogerlo.
– PABLO: Pero yo quiero verlo ahora (el mayor no ha dejado de mirar por la ventana en todo el rato). Y no veo nada…
(Papá coge a Pablo de la mano).
– PAPÁ: Vamos, Pablo. Vamos a la cama.
(Mamá y Juan están en mitad del salón, cogidos de la mano).
– JUAN: Yo también quiero ver el tren por la ventana (dice el pequeño con tono triste).
(Mamá le acaricia el pelo).
– MAMÁ: Ahora lo veremos todos. No te preocupes.
(Papá apaga la luz).
(Papá, Pablo, mamá y Juan, salen de la habitación).
ACTO 2
Están los 4 miembros de la familia en el dormitorio de mamá y papá. En el cuarto hay un balcón y una gran cama. Todos se han puesto el pijama ya, menos Juan que lo está ayudando mamá. (Todos están sentados en la cama).
– PAPÁ: Oye, Pablo. Creo que se ha escuchado de nuevo la campana.
(Pablo presta atención).
– PABLO: Yo no oigo nada, papá.
– PAPÁ: Sí. Tienes que estar en silencio y estar tranquilo, y lo oirás.
– JUAN: ¡Yo lo he oído!
(Mamá ya ha terminado de ponerle la camiseta a Juan. Éste sale corriendo al lado de Pablo y papá, que se han acercado al balcón).
– MAMÁ: Venga… Tenemos que apagar la luz pronto, sino en tren de los sueños pasará de largo.
– PABLO: ¿Y eso por qué?
– PAPÁ: El revisor del tren, siempre me lo advertía cuándo era pequeño.
(Juan y Pablo ponen cara de asombro).
– MAMÁ: Si la luz está encendida, el tren no sabe que hay pasajeros.
– JUAN: ¿Pero el revisor te conoce? (Pregunta mirando a papá).
– PAPÁ: Sí. Y a mamá también. Imagino que será el mismo…
(Se oye claramente la campana).
(Papá apaga la luz. Todos se tumban en la cama).
(Juan y Pablo dentro y papá y mamá uno a cada lado).
(Mamá abraza a Juan).
– JUAN: Tengo un poco de miedo, mamá.
– MAMÁ: No tienes nada que temer, pequeño. El país de los sueños es maravilloso. Está más allá del arcoíris. En lo más alto del universo. Te va a gustar mucho.
(Las puertas del balcón se abren de modo mágico).
(Una luz potente entra por el balcón).
– PAPÁ: Tiene que ser el revisor.
(Mamá pone expresión de preocupación).
– MAMÁ: Oh. No. Los billetes.
– PABLO: ¿Billetes? ¿Necesitamos billetes? Yo no tengo.
(Juan grita un poco).
– PAPÁ: Que no cunda el pánico.
(Papá saca del bolsillo de su camisa del pijama, 4 billetes).
– PAPÁ: Aquí están. Uno para cada uno.
(Papá reparté los billetes).
– MAMÁ: Menos mal. Justo a tiempo.
(El revisor del tren, entra en el dormitorio).
(Es un hombre con bigote y gorra. Tiene el mismo aspecto que tenía cuando papá y mamá eran niños).
– REVISOR: Creo que hay dos nuevos pasajeros del tren. (Mira a los niños y luego a papá).
– PAPÁ: (Asombrado) Eres tal y cómo te recordaba.
(Todos se levantan de la cama y van dónde el revisor).
(El revisor se ríe. Mamá coge de la mano a papá y le empuja un poco).
– MAMÁ: Venga. Es hora de soñar. Vayamos al tren de los sueños.
(Todos siguen al revisor y desaparecen por el balcón).
ACTO 3
(Dentro de un vagón del tren de los sueños. Todo es de color celeste y hay camas y muchos cojines por todas partes).
(Papá y Juan están juntos en una cama. Con expresión de felicidad. Mamá y Pablo están sentados juntos en dos sillones).
(Se oye el traqueteo del tren y la campana a lo lejos).
– PABLO: No entiendo nada. ¿Estamos volando?
– MAMÁ: Claro. El tren de los sueños viaja por el aire. Ten en cuenta que vamos más allá del arcoíris.
(Se escucha la voz del revisor, algo lejana).
– REVISOR: Viajeros al tren.
(Pablo se levanta y mira a ver si ve más pasajeros).
– PAPÁ: Por mucho que mires, no veremos a más gente.
– PABLO: ¿Pero por qué?
(Mamá se levanta y se va al lado de Juan, que está ya con los ojos cerrados).
(Papá se pone de pie al lado de Pablo).
– PAPÁ: El tren va haciendo paradas y recogiendo pasajeros hasta que estamos cerca del arcoíris.
(El revisor entra al vagón).
– REVISOR: Sus billetes, por favor.
(Todos le dan su billete, menos Juan que ya está durmiendo y se lo da mamá).
– REVISOR: Cómo podéis ver (dice, señalando a Juan), estamos muy cerca del país de los sueños. Juan ya ha llegado.
– PABLO: Que suerte tiene… Yo no tengo nada de sueño. Quiero seguir mirando por la ventanilla. Es todo tan alucinante.
(Papá se acerca al revisor y le dice algo al oído).
– REVISOR: No te preocupes. Seguro que se dormirá pronto.
– PABLO: Pero… ¿Qué pasa si no lo hago?
(Papá y mamá se miran de nuevo).
– MAMÁ: Pues que regresarás de modo brusco al dormitorio. Nadie puede entrar al país de los sueños, si está despierto.
– PAPÁ: El país de los sueños es mucho más mágico que el paisaje que estás viendo ahora.
(Pablo agacha la cabeza).
– PABLO: No lo creo. Estoy viendo montañas nevadas y a la vez un océano repleto de animales marinos que me observan.
– MAMÁ: Es mucho mejor. Te lo aseguro.
(Se oye la campana sonar de modo insistente).
– REVISOR: Es la hora. Tenéis que cerrar ya los ojos…
(Pablo se sienta al lado de papá, que ha ocupado otra mullida cama).
– PABLO: Lo voy a intentar.
(Papá ya está profundamente dormido).
(Mamá también se ha quedado dormida, abrazando a Juan).
(El revisor mira al hermano mayor).
– PABLO: ¿Ya han llegado al país de los sueños?
– REVISOR: Ellos sí. Pero porque estamos muy cerca…
(La campana vuelve a sonar. Esta vez de modo suave).
– REVISOR: En fin, Pablo… Tendrás que acompañarme.
(El revisor hace ademán de coger a Pablo del brazo, pero se da cuenta de que ya está con los ojos cerrados).
– REVISOR: Disfruta del viaje, nuevo pasajero. Bienvenido al país de los sueños.
FIN.