Un cazador y un perro es una fabula de Esopo que nos habla sobre el paso del tiempo y como debemos actuar en consecuencia. Una historia corta que les enseña a los niños valiosas lecciones de como debemos actuar en la vida, un gran recurso que generara preguntas en los chicos para que podamos abordar distintas temáticas cotidianas.
Esta fabula, al igual que muchas otras de Esopo fue reversionada por otros autores como Fedro y Samaniego adaptadas a su epoca. A continuación te dejo las versiones de cada uno
✍ Fabula: Un cazador y un perro
➤ Un cazador y un perro por Esopo
Esta obra también es conocida como El viejo Perro Cazador.
👫 Personajes:
- Cazador
- Perro
Autor: Esopo
Un viejo perro cazador, que en sus días de juventud y fortaleza jamás se rindió ante ninguna bestia de la foresta, encontró en sus ancianos días un jabalí en una cacería. Y lo agarró por la oreja, pero no pudo retenerlo por la debilidad de sus dientes, de modo que el jabalí escapó.
Su amo, llegando rápidamente, se mostró muy disgustado, y groseramente reprendió al perro.
El perro lo miró lastimosamente y le dijo:
-Mi amo, mi espíritu está tan bueno como siempre, pero no puedo sobreponerme a mis flaquezas del cuerpo. Yo prefiero que me alabes por lo que he sido, y no que me maltrates por lo que ahora soy.
📢 Moraleja
No debemos despreciar a lo viejo que un tiempo antes nos fue de gran ayuda.
➤ Un cazador y un perro por Fedro
El Perro no teniendo nada de cobarde, se había hecho digno de las complacencias y agasajos de su amo, por el ardor que desplegaba en la lucha contra toda suerte de fieras, aun las más feroces; pero aquella naturaleza robusta y vigorosa comenzó a declinar, sin dudar el paso de los años estaba haciendo efecto. Empezó a reñir con un jabalí, y bien pronto hizo presa en una oreja; mas tuvo que soltarla, por tener los dientes ya cariados.
Sentido de ello el cazador, increpaba al perro; y él, aunque viejo, respondió valientemente: “No me falta empuje, sino fuerzas. Me alabaste en otro tiempo por lo que valía; y ahora me desprecias, porque no soy ni aún sombra de lo que fui”.
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➤ Un cazador y un perro por Samaniego
Mustafá, perro viejo,
lebrel en montería ejercitado,
y de antiguas heridas señalado
a colmillo y a cuerno su pellejo,
seguía a un jabalí sin esperanza
de poderlo alcanzar; pero, no obstante
aguzándolo su amo a cada instante,
a duras penas Mustafá lo alcanza.
El cerdoso valiente
no escuchaba recados a la oreja;
y así su resistencia no le deja
cebar al perro su cansado diente;
con airado colmillo lo rechaza,
y bufando se marcha victorioso.
El cazador, furioso,
reniega del lebrel y de su raza.
«Viejo estoy, le responde, ya lo veo:
Mas di: ¿sin Mustafá cuando tuvieras
las pieles y cabezas de las fieras
en tu casa, de abrigo y de trofeo?
»Miras a lo que soy, no a lo que he sido.
¡Oh, suerte desgraciada!
Presente tienes mi vejez cansada,
y mis robustos años en olvido.
»Mas, ¿para qué me mato,
si no he de conseguir cosa ninguna?»
Es ladrar a la luna
el alegar servicios al ingrato.
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