Rodrigo Tanoira nos vuelve a enviar su material, en este caso una obra de 6 personajes principales a los que pueden darles nombres según su país, ya que Rodrigo es Argentino también encontraran algunos “argentinismos” en la misma, que bien pueden ser adaptados a sus costumbres.
Titulo de la Obra: Los Huecos
Autor: Rodrigo Tanoira
Personajes:
- Actor 1 (AC1)
- Actor 2 (AC2)
- Actor 3 (AC3)
- Actor 4 (AC4)
- Actor 5 (AC5)
- Policia
Henrik Ibsen: “El deseo del protagonista lo impulsa hacia delante, su fantasma lo impulsa hacia atrás. Es como navegar con un cadáver en la bodega”.
Un espacio subterráneo. Todo está sumergido en un clima húmedo, espeso y grisáceo. Las densas goteras hacen del espacio un lugar inhabitable. Estás mojan, interrumpen y molestan a cada instante. La vida sostenida en la penumbra aparece con su frívolo protagonismo.
Se escuchan ruidos desde la pared. Movimientos y golpes entre un murmullo seco. De a poco podemos distinguir un tono de voz conciso, definido, como si alguien estuviese dirigiendo una procesión. Y de repente un cuerpo cubierto de polvo y pequeñas piedras cae al suelo desde un hueco en la pared. Ahora las voces son mas claras y comienza a abrirse la escena.
– AC1: (acaba de caerse desde un hueco en la pared, pero es atlético y vital; en un salto se incorpora y continua como si nada) un paso importante en la evolución del hombre fue la pulcritud (mientras se limpia con las manos el traje último modelo que lleva puesto)
– AC2: (asomando la cabeza desde el hueco) ¿se encuentra bien?; no es la primera vez que se cae, ya debería saber como son las cosas; después del tercer codo son tres metros como mucho y ahí nomás el hueco, tiene que acordarse
– AC3: (en off ya que está dentro del túnel) ¿se cayó de nuevo?, que pelotudo, se va a matar y ahí contame que hacemos…
– AC1: decile al muchacho que lo estoy escuchando
– AC2: (hacía dentro del hueco) te está escuchando salame, un poco mas de respeto
– AC3: decile que me perdone, es que me preocupo, si el tipo se muere quien paga
– AC1: terminemos por favor, bajen que voy haciendo lugar
En el espacio hay un catre cubierto de tierra, piedras, tachos agujereados, algunas frazadas y mantas sucias y pulguientas que AC1 despeja rápidamente.
Entre AC2 y AC3 comienzan a sacar y tratar de bajar del agujero en la pared, con ciertas dificultades por cierto, un ataúd aparentemente cerrado que transportan cuidadosamente.
– AC1: pónganlo acá (indica el catre y es lo que hacen AC2 y AC3) bueno, listo el pollo
– AC3: ¡pelada la gallina!
– AC2: ¿entonces?
– AC1: ¿¿entonces??
– AC2: quiero decir: ¿nos paga ahora?, ¿nos paga después?, ¿necesita algo mas?… ¿cómo viene la mano?
AC1 prende un cigarro que inmediatamente apaga; luego saca una petaca que no bebe y se la entrega a AC3; AC3 la prueba y prácticamente la escupe.
– AC1: creo que lo mejor es pagarles y cerrar el trabajo, fueron muchos días, muchos nervios… ¿cuánto sería? (introduce la mano en la solapa pero no arriesga a sacar nada)
– AC2: (mira a AC3 buscando complicidad, pero este sigue tosiendo el trago) mire, a las apuradas, si quiere, le saco la cuenta, habíamos hablado en un principio…
– AC1: (lo interrumpe) habíamos hablado de que participarían de las ganancias, ahora que recuerdo, obviamente cuando yo logre ubicar… (señala el cajón. AC2 lo mira un poco desengañado, AC3 sigue tosiendo)
– AC2: yo volvería al arreglo inicial; le cobramos el pozo, sacar al coso ese y traerlo… cerramos así y todos felices; ¿a vos que te parece?, ¿pensás igual que yo?
– AC3: (mas calmado) claro, aparte en mi casa van a sospechar, hace varios días que no vuelvo, prefiero cobrar ahora… ¿cuánto sería?
– AC1: yo no quiero que piensen que soy un tipo insistente (pone su mano en el hombro de AC2), pero les aseguro que si prefieren esperar unos días hasta que ubique… (señala el cajón), ganarían el triple o el cuádruple o el quíntuple; ni se imaginan todo el poder y el dinero que conseguirían con un poquitito de paciencia… esto no es joda, el que te jedi (señala el cajón) nos puede parar para toda la vida
AC2 y AC3 se miran como sospechando de esas palabras, pero tentados
– AC2: creo que preferimos cobrar e irnos, ¿a vos que te parece?
– AC3: que si, que ya dije que si, cobremos y vámonos rápido; ¿cuánto sería?
– AC2: (saca cuentas) … el pozo… 48… 71 mas los viáticos (mira el cajón)… 85… 106 mas las herramientas… 232 (mira el cajón nuevamente)… mas los 100 que puse yo, la comida redondeamos en 150… (se detiene en el cajón. Lo observa estudioso), ¿quién esta ahí?
– AC1: (con sorpresa) ¿como?
– AC2: adentro del cajón
– AC1: ¿qué cajón?
Se hace un silencio incómodo
– AC3: mi compañero tiene razón, el tomuer… ¿quien es?
– AC1: (tratar de esquivar el tema) si se los digo los comprometo, es preferible que no lo sepan (es un personaje carismático) entiendan que los estoy cuidando
– AC2: pero recién habló de ser socios, “vamo y vamo” como quien dice
– AC1: claro, lo sigo sosteniendo
– AC3: entonces con mayor razón deberíamos saber quien está ahí adentro
– AC1: (piensa) hagamos una cosa, ustedes aceptan cobrar después de… (señala al cajón), y yo les digo quien es después de… (hace gestos con las manos)
– AC2: ¿y como quiere meternos en el negocio sin decirnos quien es el tomuer?
– AC1: el trabajo de ustedes fue robar un cajón cerrado. La logística a partir de este momento no los incluye, solo tienen que limitarse a esperar el pago, previa comercialización mediante
Hay un silencio
– AC3: a mi un poco me convenció, si hacemos dos, hacemos tres… ¿cuánto ganaríamos mas o menos?
– AC1: calculale… (piensa)
– AC2: ¿y si no encuentran el cajón?; ¿quién es el del cajón?, mire si va alguien a ponerle una flor, a pedirle algo… es común pedirle favores a los muertos
– AC3: mi abuela le pedía a su abuela fallecida que le ayude a ganar la lotería, toda la vida así, y siete días antes de morir ganó un vagón de guita. Se la robaron en una salidera, apenas acababa de cobrarla, eso la mató.
Las angustias muy profundas calan hasta la muerte cuando llega la ancianidad. Había superado la primer guerra mundial, donde casi toda su familia había muerto, se casa con un inglés impotente que finalmente muere cuando ella estaba entrando en la menopausia. A los setenta y tres años adoptó a mi madre para criarla sola
– AC1: (vuelve con AC2) por eso dejamos un cajón suplente, para que nadie sospeche nada
– AC2: pero no es lo mismo
– AC1: mire, despreocúpese, este es mi trabajo, soy un profesional que calcula hasta el último detalle. Seguramente lo van a ir a visitar, pero tampoco lo van a desenterrar cada vez para comprobar que esta ahí, ¿me entiende?
– AC2: (insistente) dígame quien es
– AC3: ¿cuánto vamos a cobrar?, ¿me alcanzará para una heladera nueva?
– AC1: (toma una actitud severa) tal vez lo mejor sea hacerles un cheque y listo; hacen demasiadas preguntas (mete su mano en la solapa pero no avanza en la acción); ¿cuánto es?
– AC2: mire, me parece que no me importa mucho la plata ahora, prefiero que me diga, en este preciso momento, quien es el muerto
– AC1: (empieza a sentirse presionado) La vida es un confuso episodio de escenas. Una atrás de la otra, superponiéndose, amortiguando los días en un vaivén donde el péndulo va a hacia un lado y después hacia el otro; ¿saben cuando se pone peor entonces?
Silencio
– AC1: cuando el péndulo no va hacia ningún lado, ni para tu lado, ni para el mío, ni para el de nadie… eso es la muerte, ahí te diste cuenta que cagaste la fruta
AC2 se cansa y lo toma de la solapa
– AC2: o me decís quien es y después nos pagas o agarro aquel hacha y destrozo tanto al cajón como al muerto
– AC3: (para calmar los aires) che, no es tan difícil, ¿decile a mi amigo quién es?… ¿Perón?, ¿Gardel?, ¿Belgrano?, ¿Piazzola?, ¿Borges?… ni que fuera Tutankamon, dejate de joder; ¿es internacional el muerto?
– AC1: no. No. No. No
– AC2: (toma el hacha) cuento hasta cinco, si no decís quien es el muerto y nos pones la teca sobre el jonca, en cinco, te hago mierda, estoy enojado y tengo sed de sangre, soy un depredador hambriento (lo parece)
– AC1: (intenta calmarlo) te estás dejando llevar por un stress post traumático, tenés que defenderte de tu cerebro, ahora sos tu peor enemigo
Cuando AC2 está a punto de cortar a AC1, suena el celular de AC2
– AC2: (atiende) hola… si, el habla (escucha); ¿cómo dice que le va? (a los otros dos), del cementerio; si, dígame… (escucha)
– AC1: (habla bajo, preocupado) como del cementerio, ¿del cementerio, cementerio?
– AC3: (también habla bajo) cuando estábamos saliendo con el cajón se cruzó con un guardián y le pidió que si sabía de algún trabajo lo llamara
– AC2: (sorprendido) es una gran noticia, ser sepulturero, (se emociona) es un sueño (se le corta la voz), gracias, gracias
– AC2: no la tenía esa, soñaba enterrar muertos, que dulce
AC2 no puede con sus lágrimas y recuesta su cabeza en el hombro de AC3 que mientras lo contiene toma su teléfono
– AC3: hola, mire, mi compañero esta muy emocionado y no puede hablar, dígame a mi (escucha); ¿entonces cuando tendría que presentarse? (escucha); muchas gracias señor… Claudio, muchas gracias…
– AC2: (le quita nuevamente el teléfono, llorando) ¡usted es el Papa para mi! (corta)
– AC1: están totalmente locos, ¿acaban de hablar con el guardián del cementerio en donde profanamos una tumba hace menos de dos horas?
– AC3: estábamos en el mal camino hace dos horas, pero ahora que las intenciones de Dios se posaron en labios del guardián, que quiere que le diga, volvemos a las rutas del bien
– AC2: (mas repuesto) usted debería seguir nuestro camino
– AC1: ¿qué camino?, a ustedes los contraté para hacer este hueco, sacar un cajón del cementerio, traerlo y nada mas. Este hombre, el guardián, ¿vio el cajón?
– AC3: si, si, estábamos sacando el cajón por la reja de atrás, después de cortarla, y el hombre estaba ahí, del otro lado, lo saludamos al paso como a cualquier buen cristiano hasta que a mi compañero se le ocurrió preguntarle por trabajo. Esta muy duro todo señor, hay que tirar todas las puntas posibles
– AC1: ¿y le diste tu número de teléfono?
– AC2: y el suyo, por las dudas, a veces me pasa que me olvidó el celular y seguro que en ese momento llaman. Le dejé el suyo y el de mi compañero
– AC1: (asustado, preocupado, todo) ¿y no les dijo nada cuando vio el cajón?
– AC2: por supuesto que si, imagínese, dos tipos desconocidos sacando un muerto del cementerio que esta cuidando
– AC1: ¿¿les preguntó??… ¿qué les preguntó?
– AC3: ¿adonde van con ese féretro?, eso, a mi me causó risa la palabra féretro, ¿existe en el diccionario?
– AC1: (ya desesperado) ¿qué le contestaron?
– AC2: que lo traíamos acá
– AC1: ¿acá?, ¿le dijeron del túnel?
En este momento comienzan a escucharse una sirena policial acercándose. AC1 saca un revolver de su cintura. La situación se pone intensa.
– Policía: (en off, con un megáfono) entréguense, están rodeados, la vida o el muerto
– AC1: tenemos que escapar; ahí tienen al guardián solidario, le contó todo a la policía. El llamado fue para corroborar que eran ciertos los datos. Síganme, agarren el cajón
– AC2: nosotros no vamos a ningún lado, vamos a decir que fuimos engañados
– AC3: usted dijo que era normal sacar muertos para la facultad de medicina
– AC1: yo nunca dije eso
– AC2: usted lo repitió varias veces, y que se ocuparía del tramiterio legal al otro día, iba a ser delito solo por una noche; después usted justificaba el desentierro por medio del ministerio de salud y todos tranquilos, ¿se acuerda?
– AC1: ¡están enfermos! ¿qué ministerio de salud?, acá estamos hablando de miles de dólares. ¿Cambiaron de idea porque creen que lo del trabajo es cierto?
– AC2: pará que todavía no mencionamos la guita, pará que hay que ver como pagan
– Policía: (en off) voy a contar hasta diez, si no salen ese tiempo me veo obligado a ir por ustedes
– AC1: llamaron para rastrearnos, para confirmar que son dos idiotas que se auto vendieron
– AC2: ojo con lo que dice
– Policía: (en off) me perdí, estaba contando y me perdí, pero mas o menos creo haber llegado a diez…
– AC1: estúpidos (gira alrededor del espacio buscando otra posibilidad de salir)
– Policía: (en off) estoy un poco gordo y corro el riesgo de quedarme trabado a medio camino, salgan primero ustedes así la hacemos mas corta
AC1 mira el cajón, suspira, sabe dentro suyo que esta casi acabado; intenta no nublarse en pensamientos; entonces trepa al hueco a punta de pistola y se pierde dentro. Hay unos instantes de silencio, de inmovilidad. Luego se escuchan disparos y después otra vez silencio.
AC2 y AC3 se acercan al cajón, se miran, se tientan y finalmente comienzan a forcejear con la tapa para poder abrirlo. Cuando casi lo logran, el policía aparece por el hueco; es muy gordo. Pasa la cabeza, pero a la altura de los hombros queda trabado y no puede sacar los brazos con la pistola. Se observan por unos segundos.
– Policía: quedan totalmente detenidos
Otra pausa. Nadie se mueve. Hay caras de preocupación. Saben que dadas las circunstancias nadie puede irse de ahí
– AC3: ¿nos va a leer los derechos?
– Policía: no me los acuerdo de memoria, si quieren improviso un poco
– AC2: así nos vamos entreteniendo
– Policía: muy bien. Tienen derecho a permanecer callados, se pueden sentar también. Tienen derecho a una vida digna, a salud, alimentos y educación…
– AC3: esos son otros derechos
– Policía: claro. A ver. Tienen derecho a permanecer callados y a guardar silencio
– AC2: es lo mismo, los dos derechos son iguales
– Policía: claro. Lo que pasa es que hay tantos derechos que no me los acuerdo bien. Si hubiera menos es mas fácil… tienen derecho a permanecer callados… y a no sentirse culpables hasta que se demuestre lo contrario… derecho a una identidad pública…
El sonido de la voz se aleja, como las luces van lentamente bajando su intensidad hasta quedar a oscuras. Hay una música estridente.
De a poco comienza a iluminarse la escena. Lo que vemos es el mismo espacio físico que había, con el cajón cerrado inclusive. Los esqueletos del policía y los dos ladrones están ubicados en la misma posición que antes.
Se abre otro hueco, justo frente al anterior. Igual que al principio cae cubierto de polvo AC1, detrás y con el AC4 y AC5.
– AC1: (mira el cajón) aquí lo tenemos de nuevo, tal cual lo dejé
AC4 y AC5 se posicionan para cargar al muerto
– AC4: ¿los esqueletos se quedan?
– AC1: pobres, si, mejor no molestemos su descanso (dicho esto trepa al hueco y comienza a salir) vámonos antes que nos caigan (sale completamente)
Detrás van AC4 y AC5 cargando el cajón
– AC4: ¿quién será el finado?
– AC5: y… seguramente alguien importante, no se, Fangio en una de esas
– AC4: no, Fangio no creo; puede ser Sandrini… ¿preguntale?
Están saliendo
– AC4: (ya en off dentro del hueco) ¡señor!, ¿quién es el tomuer?
– AC1: (en off desde el hueco pero mas lejos) si se los digo los comprometo, es preferible que no lo sepan…
Apagón final.
4 respuestas
no es tan corta que digamos ehh
¡Me ha gustado mucho! XD
¿Bajo qué licencia está publicado esto? No he conseguido encontrarlo por la página. ¿Algún tipo de Creative Commons? ¿Se puede adaptar y representar libremente?
En cualquier caso, buen trabajo 😉
interesante, pinta aspectos del ser argentino de hoy y de siempre.Entretenida.Gracias
algo interesante