Me quieres a pesar de lo que dices

Me quieres a pesar de lo que dices obra teatro corta comedia humor política
Me quieres a pesar de lo que dices obra teatro corta comedia humor política

Es la historia de una mujer que cansada de su marido político decide preparar sus maletas e irse de su casa, antes de lograrlo este llega a su hogar, la mujer al ver que esta borracho, lo confronta sobre un supuesto engaño y el como buen político con sus palabras la engaña.

Titulo: Me quieres a pesar de lo que dices
Autor: Alejandro Licona

Obra de 2 personajes

🎭 Me quieres a pesar de lo que dices

👫 Personajes:

  • Esposa
  • Político

Entra una mujer cargando una maleta y una caja de cartón amarrada con mecates. Las deja a un lado y furiosa se dirige al público.

– ESPOSA: ¿Y qué me dicen de los políticos, eh? ¿A poco no dan ganas de matarlos cuando los escucha uno hablar? Que no va a subir de precio tal cosa, púmbale, sube. Que el peso ya está estable y es cuando viene una devaluación. Que ya no va a haber corruptos ¿Y cómo viven los infelices? ¿Han visto sus casas? (breve pausa. Escudriñando con la mirada)

¿No hay nadie aquí que viva en Bosques de las Lomas? Son enormes. Con seis carros del año, de ésos que se venden por metro. Chofer y toda la cosa ¿Y quién hace algo? Nadie. Si quieren soportarlos, allá ustedes. Yo me voy. Ya estoy harta.

Va a su maleta y comienza a llenarla con ropa que va sacando de la caja de cartón. Poco después entra el POLÍTICO con huellas de bilé en la cara y tambaleante de borracho

– POLÍTICO: (Ebrio) Es motivo de honda satisfacción ver que mi linda esposa es el prototipo de la mujer mexicana. Abnegada y trabajadora y que retando al destino, adverso en estos momentos para nuestra nación, se encuentra ya levantada. Lista para el trabajo hogareño.

– ESPOSA: Por si no te has dado cuenta, Falacio, ya son más de las diez de la mañana.

– POLÍTICO: ¿Ya? (consulta su reloj) Cuando uno trabaja al lado del candidato, el tiempo surca veloz el espacio hipérbole de nuestras existencias y es que, junto a ese insigne mexicano, político distinguido profesionista preclaro de estatura moral elevada y…

– ESPOSA: Tu chingada madre.

– POLÍTICO: Esposa mía. Compañera de mi vida. Eso que acabas de pronunciar es contestatario. Resentimiento social. Fuerza oscura.

– ESPOSA: ¿Qué horas son éstas de llegar, Falacio?

– POLÍTICO: Como anoté al principio de mi ponencia, me encontraba laborando arduamente en compañía del que habrá de llevarnos por los derroteros del triunfo social y democrático.

– ESPOSA: ¡Te fuiste de borracho y de putañero! ¡No lo niegues! Mira nada más cómo vienes ¡Vete en el espejo! Todo pintarrajeado.

– POLÍTICO: En el progresista y modernizado partido de la revolución no discriminamos a la mujer. No. Es más. La hacemos partícipe de nuestros triunfos. Es por lo que celebramos el triunfo de nuestro candidato. Esto que tus prístinas pupilas contemplan, son solo restos de arrebatos revolucionarios de las compañeras del partido, que en un éxtasis democrático y patriótico, estamparon en mi faz.

– ESPOSA: Digo ¿me crees tan pendeja? ¿Crees que no me doy cuenta, Falacio? A mí no me vengas con tus discursitos que ya no se los cree nadie, vamos, ni un niño de primaria.

– POLÍTICO: Esposa de mi corazón. Yugo familiar. Estoy abierto al diálogo. Al debate
esclarecedor y a demostrarte con argumentos conyunturales que vives en el error. Que lo que tu mente encierra son sólo rumores. Emisarios del pasado.

La ESPOSA saca de la caja un enorme brassier. Negro o rojo con encajes muy coquetos

– ESPOSA: Ayer encontré esto en tu saco ¿Puedes decirme qué significa?

– POLÍTICO: (Brevemente desconcertado) Eso…Ah. Es el nuevo emblema de la campaña.

– ESPOSA: ¿Un brassier?

– POLÍTICO: Afirmativo. Es signo de que habrá abundancia en el próximo sexenio. Significa además el sostén del partido del pueblo, de las masas que podrán bambolearse pero no caer.

– ESPOSA: ¿Y qué me dices de esta foto que hasta dedicada está? ¿Quieres que te la lea?” Para Falacio con amor, que hace vibrar mi cuerpo entero”

– POLÍTICO: Esa foto que sostiene enfática tu mano, es sólo una metáfora.

– ESPOSA: ¿Cómo metáfora?

– POLÍTICO: Sí. La mujer que ahí aparece es la sociedad, que conocedora de los altos fines patrióticos que perseguimos en el partido, se entrega gustosa en nuestras manos. Nuestras reformas y nuestro pujante derecho constitucional. De ahí su frase “haces vibrar mi cuerpo entero” He dicho.

La ESPOSA queda desconcertada. Duda por unos momentos

– ESPOSA: ¿Sí? ¿Y qué hay de esta nota de hotel que halle en tu camisa? ¿Vas a decir que te la dio la sociedad?

– POLÍTICO: No…Es…para comprobación de gastos.

– ESPOSA: Admites entonces que te metiste a un hotel…

– POLÍTICO: Para levantar una encuesta. Sí. Conocer las inquietudes del pueblo. Saber de sus necesidades. El partido único de la revolución mexicana no se limita a sondeos en la calle, donde por lo general la ciudadanía tiene prisa. Se distrae. En cambio en un centro de reposo y recreación como es un hotel puede manifestar, sin presión, sin coacción, sin distracción, sus valiosas opiniones que habrán de conformar el plan de gobierno de nuestro insigne candidato.

La mujer guarda silencio por unos momentos, mirando dubitativa a su esposo.

– ESPOSA: Es que luego llegas oliendo a perfume…

– POLÍTICO: Son los aromas progresistas que se ventilan en el partido del pueblo. El olor a santidad que despide nuestro máximo líder…

– ESPOSA: (Tras pausa) ¿Me perdonas, mi vida?

– POLÍTICO: Cariño. El partido es benevolente, misericordioso como todos los que tenemos la dicha y el honor de conformarlo. Este penoso incidente ha sido sepultado en la oscuridad del pasado ¿me das de desayunar?

– ESPOSA: Sí, mi amor.

– POLÍTICO: Mientras voy a asearme. A quitarme el sudor, fruto de un trabajo continuo, agotador pero placentero. En un momento estoy contigo, revolucionaria compañera. Esposa modelo. Mexicana ejemplar.

El POLÍTICO se va. La ESPOSA recoge el brassier, los papeles y los echa a la caja. Comienza a regresar su ropa de la maleta a la caja.

– ESPOSA: Hijo… ¿Por qué me sentiré tan mal? Me queda la misma sensación que cuando escucho el informe presidencial o un discurso en la Cámara de Diputados… (Se encoge de hombros) Este va a llegar lejos. Abuelita de Batman que sí.

Se va la ESPOSA

Fin

3 respuestas

  1. Los autores de las obras no deberían dar indicaciones de movimientos o gestos o indicaciones a lod personajes, ese es el trabajo del director. Felicitaciones igualmente a todos, gracias.

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