Los Fantasmas de Scrooge

Los Fantasmas de Scrooge obra teatro larga para navidad
Los Fantasmas de Scrooge obra teatro larga para navidad

Guion adaptado del famoso cuento de Charles Dickens “Cuento de Navidad” con textos español para que los niños aprendan jugando, personajes que han sido popularizados en infinidad de películas y otros cuentos, como los fantasmas de las navidades pasadas y futuras, disfruten de esta clásica obra de teatro corta. Esta es una obra de teatro larga!

Titulo de la obra: The Phantoms of Scrooge (Los Fantasmas de Scrooge)
Autora: Charles Dickens

✅ Obra de 16 personajes

Los Fantasmas de Scrooge

Personajes:

  • Narrador
  • Ebenezer Scrooge
  • Robert “Bob” Cratchit
  • Sobrino de Scrooge
  • Espíritu de Marley
  • Espíritu de la Navidad Pasada
  • Espíritu de la Navidad Presente
  • Espíritu de la Navidad Futura
  • Mujer
  • Sra. Cratchit
  • Esposa del Sobrino
  • Invitado
  • Hombre1
  • Hombre2
  • Niño1
  • Niño2

GUION

– Narrador: Era la época de Navidad en Londres. Vivía allí un hombre llamado Ebenezer Scrooge. Era un hombre muy trabajador, pero al mismo tiempo era una persona malvada, codiciosa, cruel y tacaña, que no sabía qué significaba la generosidad. Un día antes de Navidad, Scrooge y su empleado, Roberto “Bob” Cratchit, se encontraban trabajando en su oficina. Como de costumbre, Scrooge estaba contando su dinero, mientras Bob contaba los minutos para regresar a su hogar con su familia.

– Bob Cratchit: (pensando) Tengo mucho frío en esta oficina, pero el Sr. Scrooge no quiere que encienda la estufa, dice que es un desperdicio de dinero.

– Narrador: De pronto se abrió la puerta, y entró el sobrino del Sr. Scrooge.

– Sobrino de Scrooge: ¡Feliz Navidad, Tío!

– Scrooge: ¿Navidad? ¡Tonterias! La Navidad es sólo una mentira.

– Sobrino de Scrooge: No lo dices en serio, tío.

– Scrooge: Claro que lo digo en serio. La Navidad es sólo una excusa para no trabajar. Además, ¿Qué motivos tienes tú para ser feliz? ¡Eres tan pobre!

– Sobrino de Scrooge: ¡Vamos, tío! Y, ¿Qué motivos tienes tú para estar triste? ¡Eres tan rico!

– Scrooge: ¡Bah!

– Sobrino de Scrooge: No te enojes, tío.

– Sobrino de Scrooge: No te enojes, tío.

– Scrooge: ¿Por qué no habría de enojarme? Vivo en un mundo loco rodeado de tontos. ¡Feliz Navidad! ¿Qué es la Navidad? Es sólo una época para pagar cuentas con dinero que no tienes. Donde te ves a ti mismo un año más viejo, y no un minuto más rico. Una época en la que se compran regalos que no se pueden pagar.

– Sobrino de Scrooge: ¡Pero tío!

– Scrooge: ¡Sobrino! Véte a celebrar la Navidad a tu manera, y déjame a mi celebrar a mi manera.

– Sobrino de Scrooge: Pero tío, sé que hay algunas cosas que no hice bien, algunas cosas que no supe aprovechar, y una de esas cosas es la Navidad. La Navidad, es el único dia en que la gente parece llevarse bien. Es un momento para perdonar, amar y ser caritativos. Es un tiempo donde la gente abre sus corazones. Tal vez, tio, la Navidad no me ha dado una moneda de oro o de plata, pero me hace bien, por eso digo: ¡Bendita sea la Navidad!

– Scrooge: ¡Ohh! ¡Fue un discurso maravilloso! ¿Me pregunto por qué no trabajas para el gobierno?

– Sobrino de Scrooge: No te enojes tío y ven a casa mañana. Mi esposa y yo estamos preparando una cena deliciosa, tú serás nuestro invitado especial.

– Scrooge: Gracias, pero ¡no!

– Sobrino de Scrooge: Pero… ¿por qué, tío?

– Scrooge: ¿Por qué tuviste que casarte?

– Sobrino de Scrooge: Porque me enamoré.

– Scrooge: ¿Porque te enamoraste? ¡Qué tengas un buen día!

– Sobrino de Scrooge: Pero, tío, nunca has venido a mi casa, y estás utilizando mi matrimonio como una excusa. Eso no es justo.

– Scrooge: ¡Qué tengas un buen día!

– Sobrino de Scrooge: No necesito nada de ti. Nada te pido. ¿Por qué no podemos ser amigos?

– Scrooge: ¡Qué tengas un buen día!

– Sobrino de Scrooge: Tío, siento que hayas tomado esa decisión, pero insisto en celebrar la Navidad, así que, !Feliz Navidad, tío!

– Scrooge: Qué tengas un buen día, un Feliz Año Nuevo, y adiós.

– Sobrino de Scrooge: Como quieras, tío. Y… Bob, que pases una Feliz Navidad.

– Bob Cratchit: Le deseo lo mismo para usted, adiós.

– Narrador: Entonces el sobrino del Sr. Scrooge se retiró de la oficina.

– Scrooge: ¿Qué te parece? Un empleado que gana el salario mínimo, con esposa e hijos, hablando de una Feliz Navidad. ¡Debe estar loco!

– Bob Cratchit: Señor, he terminado de hacer todas las cartas y de archivar las copias. También traje mas leña y barrí las cenizas. Y, bueno, es hora de cerrar, Sr, Scrooge.

– Scrooge: Bien, si ya terminaste tu trabajo, puedes irte ahora.

– Bob Cratchit: ¿Sr. Scrooge? Mañana es Navidad, un día para pasarlo con la familia.

– Scrooge: ¿Supongo que quieres el día libre?

– Bob Cratchit: Bueno, si, Sr. Scrooge, al fin y al cabo es Navidad.

– Scrooge: ¿Navidad? Está bien. Tómate libre el día de mañana, pero llega temprano al día siguiente.

– Bob Cratchit: Sí, señor. Feliz Navidad, Sr. Scrooge.

– Scrooge: Estupideces.

– Narrador: Scrooge abrió la puerta y Bob Cratchit se fue a su casa. Entonces Scrooge regresó a su escritorio para terminar sus cuentas. Al cabo de unas horas, cerró sus libros de contabilidad y cerró la oficina. Cuando llegó a su casa subió las escaleras para ir a su dormitorio, se sentó en una silla al lado del fuego y comenzó a cenar. De golpe escuchó el sonido de unas viejas campanas, y un ruido fuerte y extraño que provenía del exterior.

– Scrooge: ¡Quién está haciendo ese ruido! ¡Me habré quedado dormido!

– Narrador: Pero el extraño ruido continuó, hasta que vio que un espíritu atravesaba la puerta del dormitorio.

– Scrooge: ¡Creo que estoy soñando!

– Espíritu de Marley: ¡No, esto no es un sueño!

– Scrooge: ¡Te conozco! Eres mi socio, Marley. ¿Qué quieres de mí?

– Espíritu de Marley: ¡Quiero mucho de ti! ¿Ves estas cadenas? Estoy encadenado a mis pecados.

– Scrooge: ¿De qué pecados hablas? Fuiste muy trabajador y un buen negociador.

– Espíritu de Marley: ¿Negociador? ¡Me aproveché de la gente! Mientras estuve vivo, nunca aprendí el valor del amor y de la caridad. Ahora tengo que vagar por la tierra, incapaz de encontrar la paz. ¡Escúchame, Scrooge! ¡Estoy aquí esta noche para advertirte! Aún tienes la oportunidad de cambiar, y si no lo haces, tendrás la misma suerte que yo. Escúchame bien, Scrooge, te visitarán tres espíritus. El primero llegará mañana cuando el reloj marque la una. El segundo llegará al día siguiente a la misma hora. Y el tercero en la noche siguiente cuando el reloj dé la ultima campanada de las doce.

– Narrador: Entonces el espíritu salió de la habitación flotando a través de la ventana. Scrooge cerró la ventana y se fue a la cama temblando, y se durmió. Al siguiente día cuando el reloj marcó la una, Scrooge vio una extraña criatura al costado de su cama.

– Scrooge: ¿Quién eres?

– Espíritu de la Navidad Pasada: Soy el Espíritu de la Navidad Pasada. Sal de la cama y acompáñame.

– Narrador: El espíritu llevó a Scrooge a través del tiempo hasta un pequeño pueblo que Scrooge empezó a recordar. Recordó las casas, la iglesia, el rio, el puente, y la gente.

– Espíritu de la Navidad Pasada: Ellos no pueden vernos ni oírnos. Sólo son sombras del pasado.

– Scrooge: Mira, la escuela no está vacía. Hay un niño pequeño, solo, olvidado por sus amigos. Lo conozco, pobre niño.

– Espíritu de la Navidad Pasada: Ahora vamos a ver otra Navidad.

– Narrador: Entonces llegaron a una casa.

– Scrooge: Esta casa me resulta conocida. Oh, esta es mi casa, donde me crie.

– Espíritu de la Navidad Pasada: Si lo es. ¿Y reconoces a ese niño pequeño sentado allí leyendo solo?

– Scrooge: Soy yo, de niño. Pero… ¿por qué estoy… por qué está solo?

– Espíritu de la Navidad Pasada: Tú debes saber la respuesta.

– Scrooge: Porque mis padres estaban trabajando, por eso siempre estaba solo. Por eso mis Navidades eran tan tristes y solitarias.

– Espíritu de la Navidad Pasada: Ven, toma mi mano, no tenemos mucho tiempo.

– Scrooge: ¡No, ya he visto suficiente, vete! !No me tortures!

– Espíritu de la Navidad Pasada: No me eches la culpa. Te dije que eran sombras de las cosas que fueron.

– Scrooge: ¡Llévame de regreso!

– Espíritu de la Navidad Pasada: Sólo nos queda una última parada, nuestro tiempo se acaba.

– Narrador: Y aparecieron en un jardín. Scrooge era ahora un hombre joven, sentado en un jardín al lado de una hermosa dama. La mujer estaba llorando.

– Mujer: No puedo casarme contigo, Ebenezer. Hay algo que tú amas mas que a mí.

– Scrooge: Tonterias, no amo a ninguna otra mujer.

– Mujer: Es cierto. Amas el dinero. Lo amas más que a nada en el mundo.

– Scrooge: No hay nada de malo en amar el dinero.

– Mujer: Cuando nos comprometimos éramos pobres y luego fuimos felices siendo pobres. Espero que seas feliz con la vida que has escogido.

– Narrador: Y la mujer se alejó corriendo del jardín. El anciano Scrooge y el espíritu la siguieron. Cuando se detuvieron, Scrooge pudo ver que ella ya era algunos años mayor. Había niños riendo y jugando con la mujer. Una niña pequeña la abrazó y le dio un beso.

– Niña Pequeña: Ayúdame a abrocharme el sombrero, mamá.

– Scrooge: ¿Son sus hijos?

– Espíritu de la Navidad Pasada: Así es, pero pudieron haber sido los tuyos.

– Narrador: Entonces se abrió la puerta y entró un hombre que llevaba muchos regalos.

– Niños: ¡Papá!

– Narrador: Los niños corrieron y lo abrazaron. El hombre sonrió y les dio los regalos. Después abrazó y besó a su esposa.

– Scrooge: ¡Basta! ¡Llévame a casa!

– Narrador: Y Scrooge apareció en su dormitorio.

– Scrooge: Gracias a Dios, todo fue un sueño.

– Narrador: Entonces sonó la campanada del reloj.

– Espíritu de la Navidad Presente: No, Ebenezer. No fue un sueño.

– Scrooge: Supongo que eres el Espíritu de la Navidad Presente.

– Espíritu de la Navidad Presente: Así es. Soy el Espíritu de la Navidad Presente. Tengo mucho que mostrarte. Tómate de mi bata. ¡Apúrate! No podemos llegar tarde.

– Narrador: Scrooge tocó el ruedo de la bata del espíritu y el dormitorio desapareció. Scrooge se encontró en una calle de mucho movimiento y llena de nieve. Había mucha gente comprando los regalos de último momento, las tiendas permanecían abiertas, la gente cocinaba sus mejores platos, y las campanas de la iglesia sonaban. Todos asistían a la iglesia con sus mejores ropas. Todos estaban felices.

– Scrooge: Todos parecen tan felices.

– Espíritu de la Navidad Presente: Lo están. Es Navidad. ¿Qué esperabas?

– Scrooge: ¿Quieres decir que estén felices sólo porque es 25 de Diciembre?

– Espíritu de la Navidad Presente: Si. Hoy pueden dejar de lado sus problemas y sólo disfrutar estar con sus familias. Se dedican sólo a disfrutar de la comida en sus mesas y de todas las bendiciones que reciben.

– Narrador: Entonces el Espíritu llevó a Scrooge a la casa de Bob Cratchit. Y estando alli parados frente a la puerta, el Espíritu bendijo la humilde casa. Después Scrooge vio a Bob Cratchit jugando con sus hijos, tres niños y dos niñas.

– Scrooge: ¿Es aquí dónde vive?

– Espíritu de la Navidad Presente: Claro, con su salario, esto es todo lo que él puede pagar.

– Narrador: Entonces la Sra. Cratchit entró al comedor llevando un pequeño pavo en una bandeja.

– Scrooge: ¡Parecen tan pobres! Sus ropas son tan viejas.

– Espíritu de la Navidad Presente: Amor es lo que puedes sentir aquí.

– Narrador: Bob Cratchit levantó al niño más pequeño de una silla que estaba en un rincón y lo llevó hasta la mesa. El niño era pálido y delgado y llevaba una muleta.

– Scrooge: ¿Qué le sucede? ¿Por qué no camina?

– Espíritu de la Navidad Presente: Está muy enfermo. Su nombre es Tiny Tim, y sus padres no tienen dinero para pagar un doctor, asi que tal vez muera.

– Scrooge: ¿Muera? Pero debe haber algo que pueda hacerse. Por favor, dime que no morirá.

– Espíritu de la Navidad Presente: Veo una silla vacía en aquella esquina. Si el futuro no cambia, con seguridad morirá.

– Scrooge: ¡No! ¡No!

– Espíritu de la Navidad Presente: De todos modos ¿Qué te importa? Eso hará que disminuya la población mundial.

– Narrador: En ese momento Scrooge se dio cuenta de que esas eran sus propias palabras y sintió lastima por si mismo. Entonces escuchó su nombre.

– Bob Cratchit: ¡Sr. Scrooge! Gracias al Sr. Scrooge tenemos esta cena,

– Sra. Cratchit: Ojalá pudiera verlo para agradecerle personalmente.

– Bob Cratchit: Querida… niños… ¡Es Navidad!

– Sra. Cratchit: Lo sé, querido. Espero que él tenga una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo!

– Bob Cratchit: Vamos a brindar por nuestra Navidad y por el Sr, Scrooge. Feliz Navidad, y que Dios nos bendiga a todos.

– Narrador: Mientras tanto se hacía tarde. El Espíritu llevó a Scrooge hacia diferentes lugares para que pudiera ver cómo la gente celebraba la Navidad. La gente, aunque pobre, como decía Scrooge, eran felices y disfrutaban estar en familia y con amigos. De golpe, sin previo aviso, aparecieron de pie en una habitación.

– Scrooge: Reconozco esa voz. Es mi sobrino. Está en una fiesta.

– Sobrino de Scrooge: Ja, ja, ja, ja, ja… dijo que la Navidad era sólo una mentira.

– Esposa del Sobrino: Debería sentirse avergonzado.

– Sobrino de Scrooge: Es muy divertido, pero no es una persona agradable.

– Esposa del Sobrino: Me dijiste que es muy rico.

– Sobrino de Scrooge: ¿Y con eso qué, querida? No le sirve de nada su riqueza. No hace nada con su dinero.

– Invitado: No vino a cenar con nosotros esta noche porque está muy ocupado contando su dinero. Ja, ja, ja, ja…

– Sobrino de Scrooge: Prefirió enojarse con nosotros que venir a divertirse.

– Scrooge: No les agrado.

– Espíritu de la Navidad Presente: No, a menos que el futuro cambie.

– Scrooge: ¿Y cómo puedo cambiar el futuro?

– Narrador: La habitación desapareció y continuaron su viaje. Visitaron muchos piases, viajaron hacia tierras lejanas. Visitaron a los enfermos que se sentían felices, a la gente pobre que se sentía rica, los refugios donde la gente sentía esperanza. Fue una noche muy larga. Y todo sucedió en tan sólo una noche. Entonces, el Espíritu de la Navidad Presente desapareció.

– Scrooge: Oh, nuevamente estoy en mi cama.

– Narrador: Pero al incorporarse, otro espíritu flotaba en su cuarto. Estaba vestido de negro y una capucha oscura ocultaba su rostro.

– Scrooge: ¿Quién eres? Primero me visitó el Espíritu de la Navidad Pasada, luego el Espíritu de la Navidad Presente. Tú debes ser el Espíritu de la Navidad Futura. ¿Estás aquí para mostrarme el futuro y cómo puedo cambiarlo?

– Narrador: El Espíritu no respondió, sólo se dirigió hacia la puerta. Scrooge lo siguió hacia la calle frente a su oficina. Tres hombres estaban parados enfrente, hablando y moviendo la cabeza.

– Scrooge: Los conozco. Hago negocios con ellos. Somos amigos. Les caigo bien aunque no ocurra lo mismo con mi sobrino. Pero… ¿qué están diciendo de mí?

– Hombre1: Pobre viejo Scrooge.

– Hombre2: Lo sé, me da mucha pena.

– Hombre1: Me dijeron que está muy enfermo.

– Hombre2: ¿Quién lo cuida?

– Hombre1: Nadie. Ya sabes que siempre quiso vivir solo.

– Hombre2: Tampoco tiene amigos.

– Narrador: El Espíritu empezó a avanzar y Scrooge lo siguió por la calle. Luego llegaron a una pequeña casa.

– Scrooge: Ya hemos estado aquí antes. Esta es la casa de Cratchit.

– Narrador: El Espíritu condujo a Scrooge hacia el dormitorio. Allí se encontraba el Sr. Bob Cratchit sentado al costado de la cama de su hijo. El niño estaba muy enfermo.

– Scrooge: ¿Por que está llorando? La ultima vez que estuve aquí estaban tan felices.

– Narrador: El niño se encontraba dormido, pero estaba más delgado y muy pálido. La Sra. Cratchit entró a a la habitación.

– Sra. Cratchit: Querido, ¿Qué vamos a hacer? ¿Le pediste ayuda al Sr. Scrooge?

– Bob Cratchit: Sí, pero no puede ayudarnos. Pero su sobrino nos ayudará.

– Sra. Cratchit: Espero que no sea demasiado tarde. ¿Qué haremos sin nuestro hijo?

– Scrooge: ¿Por qué? Dime qué le sucede al pequeño. ¿Acaso, va a morir? ¿Qué puedo hacer para ayudarlo? Por favor, ¡dime!

– Narrador: El Espíritu no respondió. Después todo se tornó oscuro y Scrooge apareció en un lugar frio y neblinoso.

– Scrooge: ¿Dónde estamos? ¡Esto es un cementerio! ¿Por que me trajiste a este lugar?

– Narrador: El Espíritu le mostró a Scrooge una tumba.

– Scrooge: Antes de que me acerque a esa tumba, dime algo… ¿es la imagen de lo que será? ¿o solamente la imagen de lo que puede ser?

– Narrador: El Espíritu no respondió. Entonces Scrooge se acercó a observar la tumba. Y allí grabado, estaba el nombre: Ebenezer Scrooge. Entonces Scrooge cayó de rodillas.

– Scrooge: ¡No! ¡No! Espíritu, escúchame! He cambiado! ¿Por qué me muestras todo esto si ya he perdido toda esperanza? Por favor, dime que puedo cambiar todo lo que me has mostrado. Honraré la Navidad en mi corazón. Viviré en el pasado, en el presente, y en el futuro. No olvidaré las lecciones que todos los espíritus me han enseñado. Oh, por favor, dime que puedo borrar mi nombre de esa tumba.

– Narrador: Angustiado, tomó la mano del Espíritu, pero éste la rechazó y Scrooge despertó en su cama.

– Scrooge: Oh, gracias! Me han concedido otra oportunidad. No sé qué día es hoy, o cuánto tiempo he estado con los Espíritus. Me siento como un niño, pero no me importa. ¡Quiero ser de nuevo un niño!.

– Narrador: Entonces escuchó que sonaban las campanas de la iglesia. Luego vio a un niño en la calle y gritó.

– Scrooge: ¡Oh, qué maravilloso! ¡Oye tú! ¡A ti! ¿Qué día es hoy?

– Niño1: Es Navidad, señor. La mañana de Navidad.

– Scrooge: ¡Oh, qué maravilloso! ¡Oye tú! ¡A ti! ¿Qué día es hoy?

– Niño1: Es Navidad, señor. La mañana de Navidad.

– Scrooge: ¡Muy bien! No la he perdido.

– Narrador: Entonces sacó una bolsa de dinero, y llenó de monedas la mano del niño.

– Scrooge: Hay un pavo grande y jugoso en la carnicería que está al final de la calle. Cómpralo y llévalo a la casa de Bob Cratchit.

– Niño1: Pero, señor, esto es mucho dinero.

– Scrooge: Quédate con el vuelto. Apúrate. Los Cratchit tienen hambre.

– Niño1: ¡Si, señor!

– Scrooge: ¡Oh! ¡Niño!

– Niño1: ¿Dígame, señor?

– Scrooge: ¡Qué tengas una feliz Navidad!

– Niño1: Gracias, señor. Que usted también tenga una feliz Navidad.

– Narrador: Scrooge ahora vestido con su mejor ropa, se dirigió hacia la casa de su sobrino. Se sentía realmente feliz y emocionado. Saludaba a todos en la calle y los trataba con amabilidad.

– Scrooge: Niño, toma este dinero y ve a comprarte dulces de Navidad.

– Niño2: Gracias, señor.

– Scrooge: Feliz Navidad.

– Narrador: Cuando Scrooge llegó a la casa de su sobrino, éste se sorprendió al verlo.

– Sobrino de Scrooge: ¡Tío estoy feliz de verte! Me alegra que hayas cambiado de opinión acerca de la cena de Navidad. Ven a celebrar con nosotros.

– Scrooge: Sí, gracias por aceptarme.

– Narrador: La esposa de su sobrino colocó un plato extra en la mesa.

– Esposa del Sobrino: Estamos felices de tenerlo aquí. Ha llegado justo a tiempo para el pavo.

– Narrador: Después de la cena, Scrooge dijo algunas palabras.

– Scrooge: Gracias. Nunca había comido una cena tan deliciosa. Pero ahora tengo que irme, tengo otras cosas que hacer, y gente que visitar.

– Narrador: Y Scrooge enfiló hacia la casa de Bob Cratchit. La Sra. Cratchit abrió la puerta, no podía creer lo que veía: el Sr. Scrooge parado frente a ella.

– Sra. Cratchit: ¡Oh, Sr. Scrooge! ¡Qué sorpresa! Quiero agradecerle por el maravilloso pavo que nos envió.

– Scrooge: Fue un placer para mí.

– Bob Cratchit: Mr. Scrooge, entre por favor.

– Scrooge: Cratchit, has trabajado largas horas por muchos años sin quejarte. Te subiré el sueldo y también te ayudaré a sostener a tu familia.

– Bob Cratchit: Oh gracias, Sr. Scrooge. Usted es tan generoso.

– Scrooge: ¡Feliz Navidad!

– Narrador: Scrooge hizo más de lo que dijo que haría. Cuidó a Tiny Tim como si fuera su segundo padre. Algunos se reían al ver cómo había cambiado, pero no le importaba. Scrooge nunca volvió a ver a los Espíritus, pero tenía muchos amigos y estaba muy cerca de su familia. Y cada vez que comía con sus amigos y con su familia, decía…

– Scrooge: Que Dios nos bendiga. Que Dios bendiga a cada uno de nosotros.

FIN

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