Hoy traemos la adaptación teatral del clásico cuento El Soldadito de Plomo. Escrito por el famoso autor danés Hans Christian Andersen en 1838, este cuento ha cautivado a generaciones de niños con su conmovedora historia de valentía y amor incondicional. Hoy, lo traemos a la vida en el escenario, con la esperanza de que su mensaje perdure en nuestros corazones.
El Soldadito de Plomo es una historia que sigue las aventuras de un valiente soldado de plomo que, a pesar de tener solo una pierna, nunca deja de mostrar coraje y determinación. A lo largo de su viaje, se enfrenta a numerosos desafíos, pero nunca pierde la esperanza ni deja de amar a la hermosa Bailarina de Papel.
Titulo: El soldadito de plomo
Autor: Hans Christian Andersen – adaptado por www.obrasdeteatrocortas.org
- Soldadito de Plomo: Un valiente soldado de una sola pierna, hecho de plomo. Es valiente, leal y está enamorado de la Bailarina de Papel.
- Bailarina de Papel: Una hermosa bailarina hecha de papel, que parece estar de pie en una sola pierna, al igual que el Soldadito de Plomo. Es delicada, amable y compasiva.
- El Niño: El dueño del Soldadito de Plomo. Es un niño alegre y juguetón.
- El Gnomo: Un juguete malicioso que provoca la caída del Soldadito de Plomo. Es envidioso y malintencionado.
- Rata de Agua: Un roedor amenazante que vive en la alcantarilla y exige un pasaporte al Soldadito de Plomo.
- La Sirvienta: La empleada de la casa que descubre al Soldadito de Plomo dentro del pez.
El soldadito de Plomo – Guion del cuento clásico
El soldadito de Plomo – Guion del cuento clásicoActo 1
– El Niño: ¡Oh, qué valiente parece este soldadito de plomo!
– Soldadito de Plomo: (Mirando a la Bailarina de Papel) Qué hermosa es ella…
– Bailarina de Papel: ¡Oh, qué valiente parece ese soldadito de plomo!
– El Gnomo: ¡Ese soldadito de plomo no merece a la bailarina!
Acto 2
– El Gnomo: ¡Adiós, soldadito!
– Soldadito de Plomo: ¡No importa lo que pase, siempre amaré a la bailarina!
– Bailarina de Papel: ¡Oh, mi valiente soldadito!
– Soldadito de Plomo: (Mirando a la Bailarina de Papel) Aunque estoy lejos, mi corazón está contigo.
Acto 3
– Soldadito de Plomo: (En el río, en su barco de papel) Aunque estoy lejos, mi corazón está con la bailarina.
– Rata de Agua: ¿Tienes el pasaporte?
– Soldadito de Plomo: (Firme, sin responder) …
– Rata de Agua: ¡No puedes pasar sin pasaporte!
– Soldadito de Plomo: (Firme, sin responder) …
Acto 4
– Soldadito de Plomo: ¡Oh, qué oscuridad! Pero no importa, mi amor por la bailarina me da fuerza.
– La Sirvienta: ¡Un soldadito de plomo! ¡Qué sorpresa!
– El Niño: ¡Mi valiente soldadito ha vuelto!
– Bailarina de Papel: ¡Mi valiente soldadito ha vuelto!
Acto 5
– Soldadito de Plomo: Nunca dejé de pensar en ti, mi hermosa bailarina.
– Bailarina de Papel: Y yo nunca dejé de admirar tu valentía, soldadito.
– El Niño: ¡Qué maravilloso! ¡El soldadito y la bailarina están juntos de nuevo!
Acto 6
– Soldadito de Plomo: (A la Bailarina de Papel) Aunque solo tengo una pierna, mi amor por ti es más fuerte que cualquier adversidad.
– Bailarina de Papel: Y yo, aunque soy delicada y frágil, mi amor por ti es inquebrantable.
– El Gnomo: (Con envidia) ¡No es justo! ¡El soldadito no merece a la bailarina!
Acto 7
– El Niño: (Al Gnomo) No es justo que trates mal al soldadito. Él es valiente y merece ser feliz.
– El Gnomo: (Contrariado) ¡Hmph! ¡No es justo!
– Soldadito de Plomo: (A la Bailarina de Papel) No importa lo que digan los demás, siempre te amaré.
Acto 8
– Bailarina de Papel: (Al Soldadito de Plomo) Y yo siempre te amaré, soldadito. Tu valentía y lealtad son lo que realmente importa.
– Soldadito de Plomo: (A la Bailarina de Papel) Juntos, podemos enfrentar cualquier desafío.
– El Niño: (Aplaudiendo) ¡Bravo, soldadito! ¡Bravo, bailarina!
Enseñanza: La obra nos enseña que el amor y la valentía pueden superar cualquier obstáculo. A pesar de las dificultades y desafíos, el Soldadito de Plomo nunca dejó de amar a la Bailarina de Papel y nunca perdió su valentía. Esta historia nos recuerda que debemos ser valientes en la cara de la adversidad y mantenernos fieles a quienes somos y a quienes amamos, sin importar las circunstancias. Además, nos enseña que no debemos juzgar a los demás por su apariencia, sino por su carácter y sus acciones.
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