El juego de la vida

El juego de la vida
El juego de la vida – Guion teatral infantil

En este nuevo guion infantil nos sumergimos en la historia de Hugo, un niño que abandona sus estudios para perseguir su sueño de convertirse en futbolista profesional. A pesar de la promesa que le hizo a su padre de continuar su educación, Hugo decide arriesgarse y aventurarse en el mundo real por cuenta propia. En su viaje, se encontrará con las dificultades y desafíos que la vida le presenta, hasta que finalmente regresa a casa, donde su padre le hará ver el error cometido y le enseñará una valiosa lección.

Título: El juego de la vida
Autor: Cesar de León E.

Obra de 2 Personajes:

  • Don Javier
  • Hugo

⚽ El juego de la vida

ACTO 1

Don Javier: Hugo, ¿qué tal te va en el entrenamiento, hijo?, pase ya tarde para ver si te recogía, y no te vi por ningún lado.

Hugo: Padre, es que me fui con un compañero a tirar penales, para practicar, siempre lo hago, después de los entrenamientos, esto con el fin de ser mejor cada día mas.

Don Javier: Me da gusto que pienses así, pero te quería comentar algo que me angustia.

Hugo: Dime padre, cual es tu comentario, que te angustie de esa manera, ya que nunca me habías comentado nada.

Don Javier: El comentario es sobre tus calificaciones.

Narrador: En ese momento, Hugo dejo todo lo que estaba haciendo y con cara un tanto molesta, le comento a su padre, la necesidad de seguir entrenando cada día mas, para poder llegar a ser alguien en el tan competido ramo del fútbol y de todos los deportes.

ACTO 2

Don Javier: Nadie te quita que sigas entrenando, estoy de acuerdo contigo, en que el que más entrena, más preparado para el futuro estará, pero no es un pretexto para el estudio dejar.

Hugo: Ya desde hace tiempo, pero no encontraba el momento ideal para decirte, lo que te tengo que decir.

Don Javier: Que me tienes que decir (con un tono alto y molesto).

Hugo: Te quiero decir, que he tomado la decisión, de dejar el estudio, ya que a lo que me quiero dedicar, el estudio de nada me servirá.

Don Javier: Y ¿piensas que con solo querer, hacer tu santa voluntad, lo voy a aceptar?

Hugo: Pero papa, de que me sirve matarme para estudiar, algo que nunca voy a ver en la vida.

Don Javier: Probablemente así sea, pero lo que cuenta, es que estés preparado para todo en la vida, y este tema no se vuelve a tocar.

Hugo: Como lo quieras padre.

Narrador: Hugo se tragó la saliva y el orgullo, pero no daría su brazo a torcer, tan fácilmente, de a poco a poco, dejaría de asistir al colegio, sin decirle nada a su padre, para esas horas perdidas, como él les decía, aprovecharlas para seguir entrenando.

ACTO 3

Don Javier: Hijo, me has defraudado, y sabes que todo, te lo he dado, ahora que me entere que tienes días sin ir a la escuela, siento que me has fallado, con gusto he pagado las clases en la academia de fútbol, para que te prepares a conciencia, pero sin decirme nada, te has salido de la escuela y me obligas a tomar una decisión.

Hugo: Pero si yo te lo advertí, no sé porque te toma, por sorpresa, si lo que quiero hacer en mi vida, es jugar fútbol, y ser el más grande exponente de ese deporte, y el estudio solo me quita el tiempo valioso, que podría estar tomando, para prepararme cada día mas.

Don Javier: He pasado por la academia de fútbol, y al igual que tú, tome la determinación de dejar de pagar, lo único que te pedía a cambio, por tenerte ahí, era la de cumplir con tu obligación de estudiar, y no pudiste con ella, ahora tendrás que trabajar, para tus clases de deporte, poderte pagar.

Hugo: Me pondré a trabajar, no te preocupes, que yo solo a mis 14 años, se me valer.

Narrador: Y Hugo salió de su hogar, y su padre no lo vio por varios días, y aunque le dolía en el alma lo que había hecho y el no saber de su único hijo, sabia, que si era blando con el tema del estudio, nunca podría tener control de la situación.

ACTO 4

Hugo: Hola padre mío, creo que has ganado, por mi edad e inexperiencia, nadie me quiere contratar, y debido a esto, ni he podido entrenar, has ganado la batalla.

Don Javier: Hijo, si esto no es una guerra.

Hugo: Entonces ¿qué es? ¿Una lección?

Don Javier: Es aprendizaje, es vivir, es saber hacer caso a tus mayores, los que ya lo vivieron, porque crees que desde que murió tu madre, te puse en la academia, sabía que eso te serviría de terapia, cuando vi que te gustaba, en mi mente supe que a eso te dedicarías, pero también sé que el deporte es bueno pero cruel, una lesión que sufras, y ahí terminaría tu carrera de deportista.

Hugo: No lo había visto de esa manera.

Don Javier: Claro que no, para eso soy tu padre, para abrirte los ojos, en lo que tú no puedes ver, existen miles de ejemplos de buenos jugadores que el vicio les gano, o que una lesión los dejo fuera del equipo y que están de vendedores o albañiles, porque nunca estudiaron, y eso no lo quiero para ti, quiero que seas lo que quieres ser, pero que también tengas una segunda opción en la vida.

Hugo: Gracias papito, ya hable con la director del plantel, y como no había pasado mucho tiempo, me volvió a aceptar, si tú me perdonas, me quiero a mi casa regresar.

Don Javier: Esta es tu casa, hijo mío, y no tengo nada que perdonar, yo también he hablado el día de ayer con tu entrenador de la academia, para saber si habías vuelto, y me ha pedido que regreses, con media beca, ya que eres de lo mejor en su plantel.

Narrador: Y así padre e hijo volvieron a estar de nuevo juntos, cada uno con sus responsabilidades, el futuro depende de cada uno de nosotros, y probablemente Hugo se convierta en el ídolo que el país necesita, pero también existe la gran posibilidad de que no sea así, y su padre con esta acción, le ha ayudado a su hijo a decidir.

FIN

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