
¡Las obras de teatro cortas son geniales! Son una excelente herramienta que los colegios utilizan para ayudar a los jóvenes y adolescentes a crecer y mostrar su personalidad.
Participar en guiones teatrales cortos y practicar esta actividad con frecuencia potencia tus habilidades individuales y sociales. ¡Y lo mejor es que también mejora tu rendimiento en otras actividades académicas y te ayuda a desarrollarte personalmente!
Con un guion teatral corto, puedes impulsar tu creatividad, interpretación, memoria y habilidades expresivas. ¡Todas estas capacidades son clave para comunicarte mejor con los demás!
6 Beneficios de las obras teatrales cortas
- Fomentar la creatividad y el pensamiento crítico: Participar en la representación de una obra de teatro corta o ver una puede ser una forma divertida y estimulante de fomentar la creatividad y el pensamiento crítico en jóvenes. Al tener que interpretar un papel, preparar un guión o analizar una obra, los jóvenes pueden aprender a pensar de manera más creativa y a desarrollar habilidades de análisis y reflexión.
- Mejorar las habilidades de comunicación: Participar en una obra de teatro corta puede ayudar a los jóvenes a mejorar sus habilidades de comunicación, ya que tendrán que hablar en público y transmitir sus ideas de manera clara y coherente. Esto puede ser muy útil para su desarrollo personal y profesional.
- Aprender sobre la historia y la cultura: Algunas obras de teatro cortas se basan en historias o eventos reales, lo que puede ser una forma interesante y entretenida de aprender sobre la historia y la cultura. Los jóvenes pueden descubrir cosas nuevas y aprender a reflexionar sobre temas importantes mientras disfrutan de una obra de teatro.
- Fortalecer la autoestima y la confianza: Participar en una obra de teatro puede ser una experiencia muy gratificante para los jóvenes, ya que les permite desarrollar nuevas habilidades y sentirse parte de algo importante. Esto puede ayudar a fortalecer su autoestima y confianza en sí mismos.
- Desarrollar habilidades de trabajo en equipo: El teatro requiere la colaboración y coordinación entre actores, directores, técnicos y otros miembros del equipo para lograr un espectáculo exitoso. Los jóvenes pueden aprender a trabajar en equipo, a escuchar y respetar las ideas de los demás, y a tomar decisiones conjuntas, habilidades que serán valiosas en su vida diaria y futura.
- Mejorar la empatía y la comprensión emocional: Al interpretar personajes con diferentes experiencias y emociones, los jóvenes pueden desarrollar su empatía y comprensión hacia los demás. Esto les ayuda a ser más conscientes de las emociones y perspectivas de otras personas, enriqueciendo sus relaciones interpersonales y su capacidad para relacionarse con los demás.
Ejemplos de Obras Cortas
Si quieres ver ejemplos de guiones teatrales cortos a continuación te dejamos tres obras sobre los valores, que al igual que todas las que tenemos, fueron escritas especialmente para nuestra web. Elegimos temas que sirvan para dejar una enseñanza, si quieres ver material similar, puedes visitar nuestras obras de teatro cortas para niños.

La obra titulada “Luisito y el ángel que le pidió cumplir con sus tareas”, trata sobre la responsabilidad en los niños. Narra la historia de un pequeño travieso que le gustaba mucho jugar, sin embargo, era flojo a la hora de estudiar.
Sus padres, Rafael y Teresa, solían pedirle realizar las tareas para mejorar sus destrezas y subir las calificaciones.
Pero el niño, pocas veces les obedecía, hasta que una noche soñó con su ángel guardián, quien le enseñó una lección para hacerle comprender la importancia de cumplir con sus deberes.
4 Personajes:
- Luisito
- Rafael (padre)
- Teresa (madre)
- Ángel guardián
Autor: Daniela Ysabel Veracierta Ruiz para Obrasdeteatrocortas.org
ACTO 1
(Se abre el telón y Luisito está jugando futbol con otros niños, mientras sus padres lo observan desde un banco en una esquina del parque).
Rafael: (aplaudiendo eufórico) ¡gol de Luisito, bravo hijo mío!
Teresa: ¡ay Rafael que bien juega nuestro pequeño, bravo mi amor!
(El equipo de Luisito ganó el partido 3 a 0 y él, emocionado, se dirige hacia ellos).
Luisito: (corre y abraza a sus padres) ¡Papi, mami, ganamos, sí, ganamos!
Rafael: ¡te felicito hijo! cuando crezcas vas a ser un gran deportista.
Teresa: estamos orgulloso de ti Luisito, pero, hijo, así como eres bueno en deporte, nos gustaría que fueras aplicado en tus tareas escolares.
Rafael: exacto hijo, ya de hecho tenemos que ir a casa para ayudarte a resolver los ejercicios de matemáticas.
Luisito: ay sí, pero no quiero regresar todavía a casa, ¿puedo jugar un rato más con los otros niños?
Teresa: por hoy ya está bien Luisito. Vámonos Rafael, enciende el auto.
(Inmediatamente todos se montaron en el carro y el pequeño, molesto, susurraba que ya quería ser grande para ser independiente. Se cierra el telón).
ACTO 2
(Abre nuevamente el telón. Luisito está en su cuarto, mientras su madre le pide que limpie y ordene el escritorio para hacer la tarea juntos).
Teresa: hijo vamos a hacer la tarea, pero antes ordena tu escritorio.
Luisito: (sin entusiasmo) mamá, voy a hacer la tarea ¿y también me toca limpiar?
Teresa: Luis, aunque eres un niño, tienes que ir aprendiendo a hacer algunas labores del hogar para que cuando crezcas seas un joven independiente.
Luisito: mamá no me pidas tanto, dejé de jugar en la computadora para hacer la tarea.
Teresa: (molesta) hacer la tarea es tú deber, veo que te hemos consentido mucho. Tienes que aprender a valorarnos y escuchar lo que decimos, es por tu bien.
ACTO 3
(Luisito, después de conversar con su madre y practicar los ejercicios de matemática, se acostó a dormir y tuvo un sueño con su ángel protector).
Ángel guardián: hola Luisito, soy tu ángel guardián, desde que naciste estoy cuidando de ti para que todo funcione bien.
Luisito: (asombrado) ¡que bonitas son tus alas, gracias mi ángel guardián! ¿y eso qué has venido a visitarme?
Ángel guardián: estoy preocupado por tus padres, quienes día y noche piden porque seas un niño obediente, hagas tus tareas escolares y del hogar.
¿O acaso no los quieres?
Luisito: (apenado) sí, claro que los quiero.
Ángel guardián: entonces desde ahora empieza a actuar de otra manera, Luisito, lee para que amplíes tus conocimientos, actives tu imaginación, mejores tu concentración y refuerces tu memoria.
Sé que te gusta el deporte porque te entretiene, socializas con otros niños, además de ser una excelente alternativa para que estés saludable.
Pero no por eso debes olvidar que tienes otras responsabilidades, como cumplir con las asignaciones que te manda tu maestra para avanzar de grado y seguir creciendo académicamente.
Luisito: tienes razón mi querido ángel, desde ahora seré un mejor niño, no quiero que mis padres se sientan tristes, sé que ellos quieren lo mejor para mí.
Voy a dedicarme a mis estudios y los apoyaré en las cosas del hogar.
Ángel guardián: me alegro que hayas recapacitado Luisito.
En cuanto a ayudarlos en el hogar, te será útil para estimular tu capacidad de colaboración, sentirte seguro al momento de realizar alguna actividad y ser más organizado.
(Luisito despertó emocionado de aquél hermoso sueño con su ángel protector, les contó a sus padres, pidió perdón y prometió cumplir con sus deberes).
Fin.
“Linda, la niña que no le gustaba cepillarse”, es una historia que te hará reflexionar sobre la importancia de la higiene y cuidado personal.
La pequeña Linda es alegre, traviesa y fanática de las golosinas. Su madre, Rosita, ama a su hija, sin embargo, frecuentemente le llama la atención por comer mucho dulce y no querer cepillarse.
Un día la pequeña llegó al colegio y sus compañeras empezaron a reírse de ella, porque notaron algo extraño en su dentadura, haciendo que Linda se sintiera triste.
Pero, ¿qué le sucedió a la niña? Pues te invitamos a que lo sepas en el siguiente guion compuesto de cuatro actos.
Autor: Daniela Ysabel Veracierta Ruiz exclusivamente para obrasdeteatrocortas.org
5 Personajes:
- Linda (Hija)
- Rosita (Madre)
- El odontólogo
- Carla (compañera)
- Gabriela (compañera)
ACTO 1
(Abre el telón. La pequeña Linda está comiendo chocolates en la habitación de su cuarto, mientras ve una serie animada de televisión. Su madre Rosita entra al lugar)
Rosita: (molesta) ¡Hija ya es muy tarde para comer chocolates! ¿dónde los tomaste?
Linda: mami perdón, los tomé del comedor, mientras ordenabas mi uniforme para ir mañana a la escuela.
Rosita: Linda, no es la primera vez que haces esto, sé que estás pequeña, pero hija, entiende que abusar de los dulces puede ocasionarte parásitos, problemas bucales como las caries y otras enfermedades.
Linda: mami, yo soy feliz viendo comiquitas y comiendo muchos dulces, discúlpame, no los tomaré de nuevo a escondidas, te quiero.
Rosita: mi niña, tampoco te voy a eliminar las golosinas por completo, pero si te las voy a reducir. Bueno, mañana será otro día, ve a cepillarte antes de dormir.
Linda: ¡no madre, todo menos eso, ya tengo mucho sueño, no me quiero cepillar!
Rosita: mi corazón, si no lo haces tus hermosos dientes se van a poner feos y sucios. ¿O quieres qué en el colegio los niños se burlen de ti?
Linda: No, claro que no mami, quiero unos dientes sanos. Te prometo que mañana seguro me cepillo los dientes.
Rosita: solo porque ya es tarde te lo dejo pasar, pero mañana te limpias los dientes.
ACTO 2
(Desde hace varios días, la pequeña Linda tenía dolor en las muelas, especialmente cuando come algo dulce, y sensibilidad en algunos dientes, sin embargo, ella no le había dicho nada a su mamá para no preocuparla. La niña fue a la escuela y se encontró con sus compañeras de aula, Carla y Gabriela).
Linda: Hola chicas ¿cómo están?
(Carla y Gabriela se miran y empiezan a reírse a carcajadas).
Carla: ¿Linda qué le paso a tu diente tiene una mancha negra?
(Linda sacó el espejo de Hello Kitty de su mochila, para verificar si era cierto lo que decían sus compañeras).
Linda: (asombrada, empieza a llorar) ¡ay no sé qué le paso a mi diente, ahora todos los del salón se van a empezar a burlar de mí!
Gabriela: amiguita llama a tu mami para que te lleve al médico. Mi papi dice que, si no me cepillo los dientes, se me pueden dañar.
Linda: (triste y en tono de arrepentimiento) sí, mi mami me dijo lo mismo y yo no le hice caso.
(Linda le pidió a la maestra que llamara a su madre, Rosita, para que le buscara a la escuela).
ACTO 3
(Rosita acudió al centro estudiantil y buscó a la niña. Luego se dirigieron hasta su casa para conversar sobre lo que había pasado).
Rosita: mi niña ¿qué te sucedió en la escuela? Me preocupé mucho cuando la maestra me llamó.
Linda: (llorando) mami, llegué a la escuela y saludé a dos compañeras, pero se rieron de mí porque me apareció una mancha negra en el diente.
Cuando saqué el espejo fue que la vi. Me siento muy mal, ahora soy una niña fea.
Rosita: hija no digas eso, todo se va a solucionar, abre la boca para ver qué tienes.
(Linda abre la boca).
Rosita: ¡ay hija tienes una carie! ¿no te dolía?
Linda: sí, mami, me dolía desde hace días. No te había dicho para no preocuparte, ¿eso es grave?
Rosita: Linda, eso estuvo mal. Sí, una carie puede ser grave si no se trata a tiempo, pero tranquila, como te dije, todo se va a solucionar.
Linda: ¿y por qué me paso eso mami?
Rosita: hija, eso es lo que pasa cuando comes muchos dulces y no te lavas los dientes.
Cuando visitemos al odontólogo, él te lo va a explicar mejor. Mañana mismo vamos al consultorio.
ACTO 4
(Abre el telón, Rosita y Linda están en el consultorio del odontólogo).
Rosita: buenas tardes doctor, traje a mi hija porque creo que tiene una carie.
Odontólogo: hola señora, tranquila, ya voy a examinar a la niña.
Linda, acuéstate en la silla.
(El odontólogo empieza a revisar los dientes de la pequeña).
Odontólogo: listo Linda, puedes levantarte, tienes una carie. Eso sucede por la acumulación de residuos de comida y de azúcar en tus dientes.
Para que entiendas de forma más sencilla, la boca contiene bacterias, pequeños microorganismos, los cuales transforman la comida en ácidos.
Si no cepillas tus dientes constantemente, permites que las bacterias se alimenten de los azúcares y almidones almacenados en ellos, produciéndose una sustancia llamada placa dental.
La placa dental destruye los minerales del esmalte duro de los dientes, provocando pequeñas aberturas.
Si no se trata a tiempo, la persona puede perder hasta el diente afectado. Los síntomas frecuentes son dolor al morder, sensibilidad y manchas.
Linda: (triste) doctor esto es mi culpa, porque mi mamá siempre me ha dicho que la higiene dental es importante para tener unos dientes sanos, y yo no la escuchaba.
Odontólogo: claro amiguita, cuidar los dientes es un hábito que todos los niños deben considerar para prevenir enfermedades e infecciones que pongan en riesgo su salud bucal.
Por eso hay que cepillarse después de cada comida e incluso luego de consumir dulces, sin abusar de ellos.
Linda: así es doctor, le prometo que de ahora en adelante sí voy a cepillarme, y le diré a mis amiguitos para que también lo hagan.
Fin.
Luci, Alejandro y Marcos, estudian juntos en un colegio, son muy amigos, les gusta jugar y hacer las tareas en grupo, pero desean que otros compañeros compartan con ellos, sin ser discriminados.
Pedro González, otro estudiante, es el agresor principal y líder del grupo de acosadores, quien, además, se caracteriza por tener una personalidad bastante irritable.
No obstante, el pequeño rebelde recibirá una lección que le quedará para toda la vida, la cual te invitamos a conocer en la siguiente pieza teatral titulada: ¡Perdón! ¿Podemos ser amigos?
Título de la obra: ¡Perdón! ¿Podemos ser amigos?
Autor: Daniela Ysabel Veracierta Ruiz exclusivamente para obrasdeteatrocortas.org
5 Personajes:
- Luci
- Alejandro
- Marcos
- Pedro
- Dulce
ACTO 1
(Abre el telón. Se encuentran Luci, Alejandro y Marcos tomando jugo en el patio del colegio, y de manera inesperada, llega Pedro con sus amigos, tumbándoles las bebidas).
Pedro: (se ríe con ironía) ja ja ja ja miren a quienes tenemos aquí, Luci, la más inteligente del salón, pero que no deja de ser una niña.
Alejandro el negrito que no se distingue, y por último Marcos, un tonto que necesita aparaticos raros para poder escuchar.
Alejandro: (voz temerosa) Pedro déjanos en paz ¿hasta cuándo piensas molestarnos?
Pedro: eso no te importa, lo haré cuantas veces quiera. Y no te atrevas a replicarme porque les irá mucho peor.
(Pedro tumba a Alejandro y los acosadores se retiran del lugar. Después, Luci lo ayuda a levantarse).
Luci: ¿Alejandro estás bien?
Alejandro: sí Luci, gracias, no me paso nada.
Marcos: no sé hasta cuando seguiremos siendo la burla de Pedro y sus amigos.
Luci: sí, yo también estoy cansada de la situación, ¿si dejamos el miedo y le decimos a la maestra Dulce? ¿Qué opinan chicos?
Alejandro: No Luci, el acoso será mucho peor, mejor vámonos ya al salón porque se acabó el recreo.
ACTO 2
(Pedro salió el fin de semana con sus padres y de regreso chocaron contra un camión. Una persona que se encontraba en el lugar, llamó a emergencias para que los ayudaran).
Pedro: (despierta desorientado) ¿dónde estoy?
Doctor: hola pedrito, estás en el hospital porque sufriste un accidente de tránsito con tu familia, sin embargo, puedes estar tranquilo porque tus padres ya están fuera de peligro.
Pedro: (llora) ¡no puede ser, mis papis, casi los pierdo! ¡ay doctor! ¿y por qué no siento mis piernas?
Doctor: Pedrito tengo la lamentable noticia de informarte, que necesitarás rehabilitación para poder mover tus piernas de nuevo.
Pedro: (llora desconsolado) ¡no puede ser, esto es un castigo por burlarme de mis compañeros!
Doctor: lo siento mucho Pedrito.
ACTO 3
(Pedro se reincorporó a clases, luego de varias semanas de reposo, pero sus amigos lo ignoraron al verlo en silla de ruedas).
Dulce: niños démosles la bienvenida nuevamente a Pedrito, quien afortunadamente sobrevivió a un accidente de tránsito.
(Los pequeños lo saludan)
Dulce: bueno chicos ahora necesito que formen grupo de cuatro personas, para que hagan un trabajo sobre la contaminación ambiental.
(Pedro se dirigió hacia sus antiguos amigos para integrarse al grupo, sin embargo, ellos lo rechazaron y le dijeron que no trabajan con “perdedores”. En cambio, Luci, Alejandro y Marcos decidieron llamarlo).
Luci: Pedro, vimos como tus amigos te trataron, al igual que tú lo hacías con nosotros.
Alejandro: sabemos cómo te sientes, a nadie le gusta el desprecio, las burlas ni las ofensas.
(Pedro se queda callado y mira hacia abajo)
Marcos: No te preocupes, todos somos iguales y necesitamos ser respetados.
Pedro: (triste) sé que fui un mal compañero. Cuando supe que estaría en silla de ruedas por un tiempo, lo vi como un castigo por ser tan cruel con ustedes.
Ahora me pongo en su posición y entiendo lo horrible que es ser rechazado. ¡Perdón! ¿Podemos ser amigos?
Lucia, Alejandro y Marcos: (al mismo tiempo) Está bien, te disculpamos.
Lucia: todos merecemos una segunda oportunidad, Alejandro y Marcos, ¿les parece si Pedro se une a nuestro grupo de trabajo?
Alejandro: nunca imaginé esta propuesta.
Marcos: yo tampoco.
Alejandro y Marcos: pero sí, aceptamos.
Pedro: gracias por tomarme en cuenta, los niños que menos creía son los que hoy me ofrecen su apoyo, de verdad estoy muy agradecido.
(Después de que Pedro hizo amistad con Lucia, Alejandro y Marcos, él, por cuenta propia, decidió contarle a la maestra acerca del comportamiento que había tenido con sus compañeros en el pasado, con el objetivo de que más nunca se repitiera el acoso escolar en la escuela).
Fin.
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